Gazapera Sófocles
Deber y
deber de
«Es muy
sencillo solo debes de comunicarte…».
Mi amigo Joan
Suárez me envió esta frase aparecida en un programa institucional del Índer de
Medellín (entre otras cosas: ¿por qué nadie le pone tilde a «Índer»? Me parece
que la culpa la tiene el logo en el que la i está representada por un
futbolista y su cabeza hace la función de punto sobre la i, que no debe ser
porque la i debe ser mayúscula y en ella no va el punto. Nadie se atrevería de
pintar una cabeza en forma de tilde). Quien diseñó la frase desconoce la
diferencia entre «deber» y «deber de». «Deber» denota una obligación: «El profe debe
llegar a las 5:00 p. m.» (a esa hora empieza la clase). «Deber de» significa
probabilidad: «El profe debe de llegar a las 5:00 p. m.» (hace media hora salió
de su casa hacia acá). Entonces: «Es muy sencillo: solo debes comunicarte…». Encimo los dos
puntos antes del adverbio «solo».
Otra tilde
«Con una
falda roja y un velo de cortina en la cabeza, Elise y Didier se casaron…». El
Espectador.
¿Qué les
pasará a los nombres propios terminados en «-er» que siendo palabras graves son
pocas las personas que les ponen tilde? Lo mismo que dije acerca de Índer. De
estos nombres hay varios en el fútbol cuyos dueños fueron buenos jugadores
Léider Preciado, Néider Morantes, Níver Arboleda (q. e. p. d.). Otros nombres
que sufren del mismo mal: Dídier (el del ejemplo, hasta Word me pide que no lo
tilde), Danóver, Wílmer (otro criticado por Word).
Normas propias.
«… responsables de conformar el “frente occidente
antioqueño” del denominado “clan del golfo”».
Algunos medios informativos escritos se inventan normas
propias carentes de lógica y que van en contra de las normas promulgadas por la
Real Academia Española. Como ejemplo la de un diario medellinense que escribe
con minúsculas los nombres propios de los grupos delincuentes. Son nombres
propios y van con mayúscula en sus palabras significativas y no van entre
comillas.
gazapera@gmail.com
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