Medellín de feria
¿Pa qué el apóstrofo?
Todos los años entre los últimos días de julio y el domingo siguiente al 7 de agosto se lleva a cabo en Medellín, Colombia, la Feria de las Flores. Hay muchas cosas bonitas en ella y otras que no lo son tanto. No voy a analizar la feria sino las costumbres lingüísticas de mis coterráneos en ellas.
Para empezar, los medellinenses toman la feria con el convencimiento de que hay que hablar bien paisa para sentirse bien paisa. Y una de las características del habla paisa es el uso de la preposición apocopada pa –nunca aprobada por los académicos– en lugar de la preposición para.
No falta el titular de prensa con ella como el que se aprecia en la foto y en el cual curiosamente el titulador perdió la oportunidad de usarla dos veces
El paisa está convencido de que esa preposición es inventada en Antioquia e ignora que ella se vino en los barcos de los españoles.
La apócope pa no tiene apostrofo. Ninguna apócope lo tiene. San, tan, algún, primer, un y muchas más,
Aunque esta enseñanza es reiterativa, ese apóstrofo sigue apareciendo. Acabo de hacer un ensayo con mi buscador predilecto, le he puesto varias frases que lleven la preposición pa, tales como pa mí, pa la casa, pa la calle y otras, y me arriesgo a sacar una rápida conclusión: las páginas web en las que no aparece ese apóstrofo son españolas. Bueno sería que los académicos aprobaran esa apócope como han aprobado muchos términos coloquiales, tendríamos una argumento más en contra del apóstrofo.
Los bonsáis
Gran sorpresa me dio este apartado en uno de los programas de la Feria, lujosamente editado por el periódico El Mundo. Cinco errores en cinco rengloncitos
1.° El uso del partitivo treceava en vez de cualquiera de estas formas correctas de ordinales: decimotercera, decimatercera, décima tercera, décima tercia, decimotercia y decimatercia.
2.° La palabra bonsái es aguda terminada en vocal, lleva tilde. Los que no le ponen tilde no tienen en cuenta que el conjunto ai es un diptongo que se comporta como una sola vocal, los diptongos se tildan en la vocal fuerte.
3.° El nombre El despertar del dragón es el de una obra artística, la exposición, por lo que sólo lleva mayúscula la primera letra.
4.° y 5.° Las abreviaturas son palabras y las palabras se separan entre sí mediante un espacio por tanto el horario para visitar la exposición es de 10:00 a. m. a 9:00 p. m.
Interesado en semejante colección de errores decidí visitar la exposición. Su nombre no era El despertar del dragón, sino Bonsai fuego (sin tilde la palabra Bonsai), alguien despidió el dragón, pero se quedó con el fuego.
En las fotografías se ven todas las tildes correctas (cliquear las fotos), pero no la de bonsái.
En esta fotografía se ve una tilde inexistente: Incensaria
La historia de esta tilde se puede construir de la siguiente manera:
Anticipo que no conozco el aparato mostrado y todo lo que voy a contar se me hace hipotético, yo veo una linterna, pero al quererle aplicar el adjetivo incensario se me hace que se trata de un brasero en forma de linterna. El que preparó la foto pudo haber sometido su título a un corrector estilo el de Word que le dijo que la palabra incensaria no existía y le propuso cambiarla por incensaría. El hombre le creyó sin analizar la propuesta y así tituló su foto. No se dio cuenta el titulador de que la palabra incensaría es la inflexión del verbo incensar correspondiente a las personas primera y tercera del condicional simple o pospretérito que llamábamos. La palabra incensario no existe en el Diccionario como adjetivo por lo que el aparato en cuestión, se habría llamado, hasta la aparición de la Nueva gramática, linterna incensario, en el que la segunda palabra es un sustantivo en aposición. Ahora en los libros naranjados encontramos algo que yo prediqué siempre, referente a los sustantivos en aposición: son sustantivos a los que se les da el cargo de adjetivos con lo que se les puede entregar la variación de número y de género. Así Linterna incensaria es expresión correcta.
El sustantivo bonsái es un sustantivo común que no necesita mayúscula en los casos en que las normas no la exijan y que tiene un plural terminado en ese como todas las palabras que terminan en vocal lo tienen. En esta foto vemos también la expresión incorrecta decimo tercera en vez de las correctas anotadas atrás.
Edición y versión
Cada vez que hay un evento que se repite en el tiempo aparece otro de los errores inacabables, bueno, casi inacabables, porque hoy tengo una gran noticia. Se trata de llamar versión lo que es edición, he enlazado esas dos palabras con sus respectivas entradas en el Diccionario con lo que pueden cliquearlas para que las comparen. Observen que cada celebración de un evento que se repite es una edición de él, según la séptima acepción de la palabra edición.
En mi ciudad hay dos diarios principales El Colombiano y El Mundo (el de Medellín, no el español).
En El Colombiano –esta es la gran noticia de la que hablé atrás– parece que por fin hubo alguien que dio la orden de abrir el Diccionario y aplicar la séptima acepción de la palabra edición, he esculcado esas noticias de la Feria y por doquier veo edición ¡Felicitaciones! Veo realizada mi lucha de trece años en ese diario. Tengan cuidado con los que entran para que les vayan contando y dejen ese vicio idiomático que parece contraído en la misma universidad.
Los binomios
Perdí la cuenta de la cantidad de ferias en las que he atacado la expresión binomio aplicada al conjunto jinete-bestia en las cabalgatas. Muchas de ellas empujado por mi amigo matemático e ingeniero Rodrigo Cadavid Mejía. Desde cuando salí de El Colombiano no me ha vuelto a empujar, pero yo sigo con el impulso. Y hoy le propongo que claudiquemos parcialmente en esa lucha, como claudica muchas veces la Real Academia tras siglos de atacar determinado error y al fin se entrega.
Aquí va mi propuesta basada en el primer significado de la palabra binomio, que acabo de enlazar con su entrada del Diccionario.
Dice el Diccionario que binomio es la expresión compuesta de dos términos algebraicos unidos por los signos más o menos. Los términos algebraicos de estos binomios son: un número natural, el caballo, y un número irracional, el que se le monta encima con una garrafa de aguardiente o cuelga al cuello del animal un equipo de sonido que lo ensordece durante todo el trayecto o se olvida al terminar el evento de que el animal necesita descanso, agua y alimento. Ése es un término venido a menos.
Dije que lo aceptáramos parcialmente, porque en la cabalgata van también conjuntos chalán-cabalgadura que no constituyen un binomio de los descritos, pues el jinete sabe conducir el caballo con elegancia, conoce las necesidades de su animal en cuanto a beber, comer y descansar y cuida su capital, pues estos animales por lo general son de alto costo. Qué bueno que llegara el día en que en tales cabalgatas se prohibiera el consumo de licor como ocurre en las normas de tránsito. Mientras el patrocinio sea de la fábrica estatal de licor, será un sueño irrealizable.
1 comentario:
Linterna incensaria
Amigo Gabriel:
Tú que ¬–por haber sido seminarista– conoces muy bien la parafernalia clerical, desechaste la oportunidad de explayarte hablándonos de los sinónimos tan variados y curiosos que tiene el término incensario.
Veamos:
Botafumeiro; turíbulo; turibulario (el que lo porta); turífero, ra; turiferario (el que lo porta); y hasta de los verbos turibular, turificar e incensar.
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