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martes, 28 de septiembre de 2010


LOS 2.500 AÑOS DE LA
CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL
(0/11)


Bernardo Mayorga
Profesor de de la Escuela de Matemáticas de la Universidad Industrial de Santander en Bucaramanga, Colombia.
0. Presentación
01. PREÁMBULO
El mundo es como es, pero podría ser de otra manera. A menos que creamos en el destino, nada más en nuestra vida personal somos conscientes de que ciertas decisiones que tomamos en determinadas circunstancias, o de que una determinada coincidencia en un momento dado, cambiaron por completo el rumbo de nuestras existencias. Por ejemplo, a alguien lo dejó el transporte de su empresa que lo recoge cada día, por lo que hubo de tomar un autobús de servicio público en el cual se conoció con quien sería su esposa. Por supuesto, es imposible saber qué habría sucedido si ese día no se hubiera estropeado el despertador, pero es absolutamente claro que, de no haber sido así, los hijos que tuvo con su esposa, y los nietos, etc., no habrían existido jamás. En cambio, habrían probablemente nacido, de otra esposa, otros hijos y otros nietos que nunca tuvieron la oportunidad de salir de la nada.
Si eso es así en el plano personal, con mayor razón podemos decir que cosas análogas suceden en el curso de la historia humana. Ha habido decisiones y acontecimientos que cambian el rumbo de muchas vidas y a veces de pueblos enteros. Pensemos, por ejemplo, en que si Oswald no hubiera sido un excelente tirador y hubiese errado sus disparos, el 22 de noviembre de 1963 solo habría tenido lugar uno más en la lista de atentados presidenciales en los Estados Unidos, y una cierta parte de la historia posterior habría sido diferente. Probablemente ni “mejor” ni “peor”, pero en todo caso diferente.
En la historia universal de los últimos milenios han tenido lugar algunos eventos concretos que han marcado definitivamente el rumbo futuro de la humanidad. Quizás el primero de ellos haya sido la Batalla de Maratón, que tuvo lugar durante las Guerras Médicas (entre griegos y persas) hace 2.500 años, hacia el 12 de septiembre del año 490 antes de nuestra era. Aparte del hecho de que la victoria de los griegos ese día implique la existencia de quien ahora esto escribe y de quienes lo leen, lo verdaderamente importante es que con toda seguridad la vida que ahora vivirían millardos de personas que nunca nacieron sería muy diferente.
Porque la victoria de Maratón permitió el pleno desarrollo de la naciente cultura griega, que ofrecía elementos absolutamente originales que constituyen, a la larga, la base de toda nuestra civilización tecnológica contemporánea. Piénsese nada más que en los dos siglos de la dinastía Ming anteriores a la llegada de los europeos a América, China era la vanguardia de la humanidad en todos los aspectos, y tal vez alcanzó el máximo desarrollo posible basado en baja tecnología (la anterior a la Revolución Industrial en Europa hace dos siglos). Y téngase en cuenta que los chinos del siglo XVI aún no habían sido permeados por las poderosas ideas griegas de veinte siglos antes, mientras que desde esos tiempos han pasado escasos cuatro siglos.
A dilucidar por qué la Batalla de Maratón condicionó que seamos como somos, y por qué el triunfo de los persas hubiera indicado un rumbo distinto para la humanidad, se dedican las siguientes páginas.
02. ACLARACIÓN NECESARIA
Cuando se trata de contabilizar los años transcurridos entre dos fechas dadas, no existe problema si se trata de fechas dentro de la misma era, pues solo hay que efectuar una simple resta. Es claro, por ejemplo, que entre el 20 de julio de 1810 y el 20 de julio de 2010 transcurrieron 200 años, o que entre el 12 de octubre de 1492 y el 12 de octubre de 992 pasaron 500. No sucede lo mismo cuando las fechas corresponden a diferentes eras (“antes de Cristo” o “después de Cristo”, “antes de nuestra era” o “de nuestra era”, con signo negativo o sin signo). La simple suma de años da un resultado inexacto. Digamos primero que en la cronología histórica contemporánea se denomina año 1 el año 754 desde la legendaria fundación de Roma. Ese es el año 1 “de nuestra era”, o año 1 “después de Cristo”, o simplemente año 1. El año anterior, el 753 de la cronología romana, se llama año 1 “antes de nuestra era”, o año 1 “antes de Cristo”, o simplemente año –1 (dicho sea paso, los especialistas consideran que Cristo pudo haber nacido entre los años 7 y 4 “antes de Cristo”).
Ahora bien, supongamos que una persona nació el 1.° de junio del año 1 antes de Cristo. El siguiente 1.° de junio tuvo lugar el año 1 después de Cristo, pero es obvio que la persona no cumplió en esa fecha 2 años, como parece indicarlo –incorrectamente– la suma de 1 + 1, sino solo uno. Y si nació el 1.° de junio del –2, el 1° de junio del año –1 cumplió uno y el 1.° de junio del año 1 cumplió 2, el 1° de junio del año 2 cumplió 3, etc. Es obvio, pues, que para contar los años transcurridos entre dos fechas, una “antes de Cristo” y otra “después de Cristo”, ala simple suma de años hay que restarle 1

(Imagen tomada de www.google.com/images).
La Batalla de Maratón tuvo lugar el 12 de septiembre de –490, así que este 12 de septiembre de 2010 se cumplieron 490 + 2010 – 1 = 2499 años. Pero así como el mundo saludó erróneamente la llegada del siglo XXI y del “tercer milenio” el 1.° de enero de 2000, día que apenas daba inicio al último año de del siglo XX y del “segundo milenio”, por estos días el mundo recuerda los “2500” años de la célebre batalla, y hay diferentes celebraciones en diversos países –entre ellos, por supuesto, en Grecia–, en las cuales se incluyen carreras de 42 kilómetros que tampoco están respaldadas por la historia. Falta, pues un año para que se cumplan los 2500, pero al cumplirse 2499 este 12 de septiembre, comenzó el dosmilésimo quingentésimo año desde la ocurrencia de ese que con el tiempo resultó trascendental evento de la historia, como que puso en marcha la civilización “occidental”. Así que podríamos dedicar todo el año para conmemorar.

Bernardo Mayorga
Profesor de la Escuela de Matemáticas de la Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, Colombia
El profesor Mayorga ha cedido este artículo para ser incluido en los blogs El blog de don Abel y Los Gavirias de Sopetrán, en los cuales se reproducirá en 12 entradas numeradas desde el 0 hasta el 11.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Vista de lince 111

Dicen
«Niño colombiano de 15 años evadió todos los controles del Aeropuerto Eldorado de Bogotá y llegó a Chile sin tiquete, sin pasaporte y sin dinero»: dicen los medios.
«A mi familia le duele que a nuestro hijo le estén dando el trato de polizón. Nuestro hijo no es ningún polizón»: dice el padre de la criatura a los medios.
«polizón. (Del fr. polisson, vagabundo, y este del lat. politĭo, -ōnis).
1. m. Persona que se embarca clandestinamente»: dice el Diccionario
Abelito era un niño muy travieso, pero muy obediente. Un día doña Carlota, su mamá, le dijo:
–Abelito, mijo. Vaya a la tienda y me compra un frasco de nuez moscada.
Abelito, que desde entonces se distinguió por el afán en el buen hablar, replica a su mamá:
–Mamá, y si no es moscada, entonces ¿qué es?
«Si no es polizón, entonces ¿qué es?»: dice don Abel.ۚ
Otro gazapo relacionado con esta noticia
Decía el narrador de uno de los medios mientras describía lo que había grabado una de las cámaras de seguridad del Aeropuerto Eldorado:
«El joven tiene tiempo para colocarse su camisa», se la estaba poniendo.
Qué plaguita eso de que sólo ponen las gallinas.
De recorrido por las aulas
En mi recorrido por el folleto Guía educativa 2010-2011 llegué a la página 38 y entré a Esumer.
Arte publicitario

En el último renglón del recuadro titulado Informes hay un de talle para aplaudir: usa el publicista la abreviatura correcta de "número" (n.°). Encontrar a alguien que la use es como encontrar una aguja en un pajar. La describo para que no vaya a pensar alguien que la escribí mal: n minúscula, punto y la letra “o” en superíndice (o volada).
En el mismo renglón un detalle pequeño que puede pasar inadvertido porque, en general, el arte está perfecto: el nombre de la carretera a Urabá es Carretera al Mar con lo que la palabra mar también va en mayúscula por ser parte de ese nombre propio.
La página web. La página web de Esumer, al igual que el arte publicitario, muestra esmero en la diagramación y en la redacción. Me costó trabajo encontrar con que rellenar este espacio. A pesar de esas bondades, logré encontrar en la página institucional/trayectoria un párrafo que me hizo tropezar varias veces:
«Hoy, 35 años de experiencia en formación otorgan a Esumer un alto reconocimiento a nivel local, regional y nacional, en las áreas del saber económico – administrativo, y marcan el inicio de una nueva etapa, en la cual se perfilan importantes proyectos desde el punto de vista académico, tecnológico, investigativo y en el ejercicio de la responsabilidad social empresarial».
Mi propuesta es así:
«Treinta y cinco años de experiencia en formación dan a Esumer alto reconocimiento local, regional y nacional en las áreas del saber económico-administrativo, y marcan el inicio de una nueva etapa, en la que se perfilan importantes proyectos d académicos, tecnológicos e investigativos en el ejercicio de las responsabilidades social empresarial».
He eliminado dos frases comodines: a nivel y des el punto de vista, que nada aportan al enunciado.
En la palabra compuesta económico-administrativo, los componentes se paran mediante un guion, no una raya, sin espacios adelante ni atrás.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Vista de lince 110

De primera
Había prometido repetir en esta columna dos de las fotografías de la Vista de lince 109, pero como los redactores de los dos diarios principales de mi ciudad, El Colombiano y El Mundo, se resisten a leer las normas de mayúsculas que las encuentran muy fáciles de aprender en el Depedé, Diccionario Panhispánico de dudas, pues presento una fotografía de primera página que haría innecesaria la repetición de las prometidas, sin embargo, aquí están todas tres. Tengamos presente las normas de las mayúsculas (clic)


En esta foto la palabra comisionado no va con mayúscula, pues no pasa la prueba del reemplazo: Asegura que Frank Pearl de Paz y el “indio” se escribe como lo acabo de hacer: el artículo en minúscula por fuera de las comillas y éstas dobles, no simples.
Tengamos ahora presente esta página de comillas (clic). Si la leen con atención encontrarán que sólo dos usos tienen las comillas simples:
1 Cuando se necesita poner entre comillas un texto que está dentro de otro que ya está entre comillas: «Alberto me dijo: “Vaya ‘cacharro’ que se compró Julian”». Como ven la palabra “cacharro” normalmente irá entre comillas dobles, pero al estar en un texto entre comillas dobles y éste entre otro entre angulares, se usan las simples.
2. Cuando se aclara el significado de una palabra, éste se encierra entre comillas simples:
“Espiar”, ‘asechar´, no significa lo mismo que “expiar” las faltas.
Veamos pues las fotografías repetidas y una nueva que me encontré:


Capturado la “Araña” (el artículo en minúscula por fuera de las comillas dobles y el apodo “Araña” con mayúscula)
Antonio Londoño Higuita, alias la “Araña” (ídem).
El nombre Bloque Elmer Cárdenas no va ni con simples ni con dobles. Otra manía nueva, dizque poner todos los nombres entre comillas. Sólo van entre comillas los nombres de obras literarias o artísticas, y los nombres de publicaciones periódicas.



El “Cebollero” preso por documentos falsos (el artículo va con mayúscula por empezar texto; el apodo entre comillas dobles y en minúscula.
Alirio Rendón Hurtado, alias el “Cebollero” (el artículo en minúscula por fuera de las comillas dobles y el apodo “Cebollero” con mayúscula).



En esta otra foto hay ejemplos para todos los gustos-
Observen que se trata de un reportaje, observen que las palabras del encuestado están entre comillas, una moda nueva innecesaria porque para diferenciar las palabras del encuestador de las del encuestado basta la negrilla de las del primero.
Ahí conozco al ‘Alemán’ (el artículo queda por fuera de las comilas –simples, por estar en un texto entre comillas– el apodo entre las comillas simples y con mayúscula).
...John Freddy Manco Torres, el famoso ‘Indio’” (el artículo por fuera e inclusive antepuesto a un adjetivo calificativo las comillas simples por encontrase en un texto entre comillas).
¿Se volvió amigo del “Indio”? (El artículo se debe contraer, las comillas dobles y el apodo con mayúscula).
Además de la entrada mayúsculas del Depedé, tengo hoy otro elemento que no puedo reproducir: se trata de los numerales 12.8j y 12.8k de la Nueva gramática.



El árabe



Recibí de mi amigo Gonzalo Montoya esta colaboración.
El periódico El Colombiano publicó el pasado viernes 10 de septiembre una caricatura donde aparece el pastor Terry Jones que dice “¡¡Pero no me pueden impedir que queme a Baldor, que es otro árabe que detesto!!”.
Gazapo 1. Uso indebido de dobles signos de apertura y cierre de exclamación.
Gazapo 2. Aurelio Baldor (1906-1978), autor del clásico libro de álgebra aludido y mostrado en la ilustración fue un autor cubano, no árabe. En la portada de ese clásico libro aparece Al-Juarismi, matemático árabe de la edad media occidental (780-830).
Gazapo 3. En la nota introductoria dice “El pastor Terry Jones que convocó a una quema del Corán para conmemorar los atentados a Nueva York, desistió de su intención”. Considero que falta la coma después del apellido Jones, para delimitar la frase aclaratoria.
La última oración debe ser : Que es otro árabe al que detesto

viernes, 17 de septiembre de 2010

La columna de Angelita

Mundo moderno
Claves para un matrimonio feliz
Una pareja de amigos anunció recientemente que se casan. Me alegra mucho por ellos y los felicito por haber tomado la decisión de caminar por el sendero de la vida cogidos de la mano. Dicha la cursilería requerida, vamos al grano.
Para empezar, quiero narrarles la historia del Hada del Aseo. Una vez, recién casados, Jorge y yo tuvimos un altercado respecto de la división equitativa de las laboras hogareñas. Jorge decía:
–Eso lo hacíamos el fin de semana.
Pero el fin de semana era para descansar entonces lo hacemos el lunes, pero el lunes estaba muy cansado entonces yo terminaba haciendo todo.
Un día él llegó a la casa y todo estaba reluciente (hasta peiné los flecos al tapete del baño) me entaconé y lo recibí con un vaso de whisky. Cuando él vio todo dijo:
–¿Qué pasó aquí?
–Vino el Hada del Aseo y mágicamente dejó todo esto así de lindo –fue mi respuesta. –El problema es que el Hada del Aseo nunca viaja sola; siempre viene en compañía del Hada de la Cantaleta.
Varias horas de joda después teníamos horario montado. Me complace reportar que desde eso no han vuelto a visitarnos.
Pero las labores hogareñas son sólo parte del problema. Las palabras también pueden ser peligrosas, por eso hago estas recomendaciones:
Nunca le diga a su esposa:
–Sí estás gorda, pero yo te quiero igual.
–Mi mamá no lo hace así (ni sus variaciones: pregúntale a mi mamá que a ella sí le queda rico, por qué no le dices a mi mamá que te de clases de cómo hacer el tinto y el arroz como a mí me gusta, etc.).
–Tu deberías hacer como (insertar nombre de amiga o famosa) y usar más/menos faldas/maquillaje, etc .
–No entiendo qué te hicieron durante tres horas en la peluquería, quedaste igualita.
–¿Por qué no puedes ser como (insertar nombre de ex novia aquí)?, ella nunca me alegaba cuando salía con mis amigos.
Si comete alguno de estos errores, rápidamente debe compensar con una de las siguientes frases:
–¿Estuviste en la peluquería? Te ves hermosa.
–No creo que tengas suficientes carteras (joyas, maquillaje, cremas). –Come otro poquito de postre que estás demasiado flaca.
Asimismo, nunca le diga a su marido:
–Pero es que es tu mamá, claro que te dijo que se te ve bien.
–Pues, no, chiquito no es, lo que pasa es que comparado con (insertar nombre de ex novio aquí).
–Pues… qué te dijera; ¿Y a ti quién te dijo que eso combinaba? O su variación eso se le ve bien a (nombre de famoso o amigo) pero a ti no.
Si cae en una de estas trampas, use las infalibles:
–Por qué no pones un partido mientras yo te hago algo rico de comer.
–Deberías salir un ratico con tus amigos que hace rato no los ves.
–No quiero hablar de mis sentimientos, mejor veamos una película con explosiones.
Y en caso de que lo anterior falle, recuerden las cinco palabras que siempre funcionan con los hombres:
–Hay cerveza en la nevera.
Y las que siempre funcionan con las mujeres:
–Amor, tienes toda la razón.



lunes, 13 de septiembre de 2010

Vista de lince 109

De primera
El primer diario de mi ciudad está sufriendo una mayusculitis crónica, y nada que llaman al médico que hasta gratis les va. Allá ellos. Si ustedes, amables lectores, abren el Depedé, Diccionario panhispánico de dudas, en la entrada mayúsculas se toparán con el más completo tratado de uso de las mayúsculas que haya salido en nuestra lengua.
–¿Qué ya he dicho eso varias veces?
–¡Qué importa? ¿No ven que hay gente nueva, que me estaban esperando después de que me perdí casi un mes completico. Aunque había pedido disculpas vinieron a esperarme a pesar de haberles incumplido de nuevo? Procuraré que esta vez sí sea en serio el propósito de la enmienda.
Íbamos en el mejor tratado de mayúsculas. Si lo abren (ahora sí, por favor ábranlo que ahí está el enlace, no vayan a decir link) busquen, si son tan amables, las normas 4.31. y 6.9. y léanlas mientras me termino de tomar este cafecito.
Observen que la norma 4.31. no es obligatoria, entonces no hay por qué preocuparnos si en un titular aparece El presidente inauguró la obra. Como estamos acostumbrados a esa mayúscula, nuestro escrito puede perder elegancia sin ella, y ¡qué pena! con el Presidente y con el ministro de la Defensa.
–¿Se dieron cuenta de que Presidente está con mayúscula y ministro con minúscula? El truquito es muy sencillo reemplacemos las palabras presidente y ministro (incluyendo los artículos) por los nombres propios de los funcionarios: y qué pena con Juan Manuel Santos y con Rodrigo Rivera de la Defensa. Como ven, el primero quedó perfecto, pero al segundo le sobra algo. Eso significa que el primero está reemplazando el nombre propio del funcionario, pero el segundo no. Si vieron qué fácil salir de esa angustia de “¿le pongo mayúscula o no le pongo?”
Con esa base miremos esta foto de primera página de El Colombiano (10-08-18):


El periodista está diciendo que Juan Manuel no va a nombrar un comisionado, y hasta le está poniendo artículo indefinido. Si no van a nombrar, la palabra comisionado no tiene nombre propio para reemplazar y va con minúscula.
Antes de pasar a la otra foto apliquemos el truco del reemplazo a la palabra presidente de la primera y vemos que está en la minúscula correcta
Ahora sí miremos la segunda foto de la misma primera página:


La palabra presidente no pasa la prueba del reemplazo, como ya lo hemos visto dos veces. El adjetivo primero, no es palabra de dignidad en este caso y va con minúscula, de la palabra mandatario le dudo mucho de la dignidad, pues Juan Manuel no hizo campaña para ser mandatario, sino presidente con lo que la palabra viene a ser común a todos los mandatarios de los cuales Juan Manuel es el primero. Y supongamos que fuera palabra de dignidad, al perder el adjetivo la mayúscula, mandatario no pasaría la prueba del reemplazo.
Más sobre mayúsculas
Como ya tenemos el enlace tan lejos lo vuelvo a poner: mayúsculas.
Ahora lean, por favor. las normas 4.4. y 4.5.


Eso está muy claro, y es repetición, pero si alguno necesita explicación adicional, no dude ponerla en observaciones de esta entrada o escribirla a tiromalo@gmail.com. Por lo tanto, Capturado alias la “Araña”; El “Cebollero” preso por documentos falsos; alias el “cebollero”. Por razones de tiempo de este servidor y no por razones de espacio, pues aquí tenemos todo el que necesitemos, dejo para la Vista de lince 110 una explicación sobre las comillas. Volverán a aparecer estas dos fotos de este apartado. Anticipo esto para que apenas las vean no piensen que don Abel se equivocó y repitió entrada.
De recorrido por las aulas
Anticipo que este apartado no pretende hablar mal de las instituciones educativas ni desacreditarlas. Es lastimoso, y lo dije muchas veces desde la Cátedra Vista de lince de El Colombiano, y muchas veces lo he dicho en la de El Diario del Otún, ver que las instituciones educativas, que deben dar ejemplo, participan del descuido generalizado de las páginas webs. Entonces cuando yo detecto errores en ellas los rectores deben pellizcarse y mirar qué está pasando.
Si yo voy por la calle, rumbo a una conferencia y alguien me dice “Señor, si viera cómo tiene le pantalón de sucio por detrás”. Yo no voy a pensar que me está desacreditando, sino que aunque los que estén cerca se hayan dado cuenta de la alarma, me evita un oso mayor en la conferencia. Tomo un taxi y me devuelvo para la casa a cambiarme el vestido.
Hoy visité la Corporación Universitaria Remington
Veamos primero el arte del publicista en el folleto de El Colombiano. Sólo seis cosas parecen faltarle al publicista en las direcciones:

Poner dos puntos después de Sede universitaria
La palabra calle no lleva mayúscula (ver mayúsculas norma, 4.10.).
La abreviatura de número no es No., sino n.°.
Poner una coma después de la dirección.
poner parque de Berrío en vez de Parque Berrío (norma 4.10.).
Sede universitaria: calle 51 n.° 51-27, parque de Berrío
Página web
«La corporación Universitaria Rémington esta ubicada en todo el corazón del centro de la ciudad de Medellín, en el Parque Berrio en toda la estación del metro . Allí se accede a un Campus Universitario de 23 pisos que recoge un ambiente académico del centro de la Ciudad». (Página web completa)
Éste es el primer párrafo de página web:
El nombre de la Universidad debe llevar mayúscula: Corporación Universitaria Remington.
Falta la tilde de la inflexión verbal está
Eso de “en todo el corazón del centro de la ciudad” suena como a toda la mitad del medio queda mejor como está en el lema (mirar la foto del arte): La mejor ubicada en el corazón de Medellín en el parque de Berrío.
Eso de “en toda la estación del metro” sí es como para pasar agachadito: uso mucho esa estación y nunca me ha tocado clase.
Después de la palabra metro hay un punto con ganas de escaparse.
Creo que queda mejor Por allí se accede a un campus universitario… (la preposición y las minúsculas).
También paso agachadito por “el ambiente académico del parque de Berrío”.
Por último para dejarlos tranquilos, por ahora, la palabra ciudad va con minúscula (norma 4.10.),

lunes, 6 de septiembre de 2010

La columna de Angelita

Mundo moderno
Entre meros machos
El concepto de macho ha cambiado bastante. Hemos pasado de los rituales de la era Isabelina –cuando los hombres se realizaban tratamientos con agua de romero y salvia para blanquear los dientes, usaban medias veladas, tacones, pelucas, polvos faciales, rubor y lunares de mentiras– a hoy en día, época en la que convencer a mi papá de que se eche protector solar para que no se insole es una labor que requiere la paciencia, fuerza y velocidad de al menos tres de las cuatro mujeres de la familia. Y mi marido no está muy lejos.
En estos días, Jorge se estaba afeitando sin usar crema de afeitar. El proceso le dejó la cara como andén del centro e intenté echarle una cremita humectante, pero me encontré con una resistencia que habrían envidiado los franceses durante la Segunda Guerra Mundial. Me explicó que él no usa nada “de marca” (Clinique, Lancome, etc.); nada que se tenga que untar (léase, aplicar delicadamente con las yemas de los dedos); que no huela a remedio (si dice que contiene vainilla o flor de naranjo, estamos en la olla); que no haya sido comprado en droguería; ni que sea “específico”, es decir, crema para manos, champú para pelo seco, jabón de avena para pieles sensibles, etc. Su noción de la masculinidad higiénica se reduce a que agarra lo que esté ahí sin mirar mucho, se lo echa donde y como cree que es y sale a trabajar sin darles mayor importancia a los resultados.
No volví a pensar en el incidente hasta un día, a mitad de esta semana, hice un plato a base de huevos, crema de leche, queso y verduras. Todo iba bien hasta que usé la palabra “quiche”, y hasta ahí llegó. Si fuera tortilla, comería, pero los hombres –según Jorge– no comen “quiche”. Tampoco, me informó, comen yogur de sabor, pescado Light, “fruticas raras”, verduras (que Jorge llama “vegetales-vegetarianos”, que se comen crudos, a diferencia de los “vegetales-ingredientes” que se comen fritos o en salsa) ni “ensaladas armadas”. En otras palabras, los hombres pueden comer kumis, pero no yogur de fresa; trucha, pero no atún en aceite de oliva; naranja, pero no albaricoque; papas, pero no alcachofa; repollo con zanahoria y tomate, pero no ensalada thai. Al parecer, una dieta que no sea a base de carne roja, cerveza y fritos disuelve el cromosoma Y. Sobra decir que me comí el quiche solita. No sabía lo importante que era el “men” en “menú”.
Así las cosas, el hombre medio prefiere la arterioesclerosis a una ensalada mediterránea y la piquiña y el ardor que una untadita de bálsamo, y ni hablemos del Chapstick, que eso es pelea fija.
Tal vez el concepto de lo masculino sea cíclico y estemos regresando a la noción cavernícola. El caso es que ya domino la masculinidad higiénica y culinaria, estoy segura de que no tendremos problemas al respecto, sobre todo porque quiero que redecoremos la sala y le tengo puesto el ojo a un chaise lounge divino que vi el otro día…