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martes, 2 de mayo de 2017

Gazapera 170404

Gazapera         Sófocles

Deber y deber de

«Es muy sencillo solo debes de comunicarte…».

Mi amigo Joan Suárez me envió esta frase aparecida en un programa institucional del Índer de Medellín (entre otras cosas: ¿por qué nadie le pone tilde a «Índer»? Me parece que la culpa la tiene el logo en el que la i está representada por un futbolista y su cabeza hace la función de punto sobre la i, que no debe ser porque la i debe ser mayúscula y en ella no va el punto. Nadie se atrevería de pintar una cabeza en forma de tilde). Quien diseñó la frase desconoce la diferencia entre «deber» y «deber de». «Deber» denota una obligación: «El profe debe llegar a las 5:00 p. m.» (a esa hora empieza la clase). «Deber de» significa probabilidad: «El profe debe de llegar a las 5:00 p. m.» (hace media hora salió de su casa hacia acá). Entonces: «Es muy sencillo: solo debes comunicarte…». Encimo los dos puntos antes del adverbio «solo».

Otra tilde

«Con una falda roja y un velo de cortina en la cabeza, Elise y Didier se casaron…». El Espectador.

¿Qué les pasará a los nombres propios terminados en «-er» que siendo palabras graves son pocas las personas que les ponen tilde? Lo mismo que dije acerca de Índer. De estos nombres hay varios en el fútbol cuyos dueños fueron buenos jugadores Léider Preciado, Néider Morantes, Níver Arboleda (q. e. p. d.). Otros nombres que sufren del mismo mal: Dídier (el del ejemplo, hasta Word me pide que no lo tilde), Danóver, Wílmer (otro criticado por Word).

Normas propias.

«… responsables de conformar el “frente occidente antioqueño” del denominado “clan del golfo”».

Algunos medios informativos escritos se inventan normas propias carentes de lógica y que van en contra de las normas promulgadas por la Real Academia Española. Como ejemplo la de un diario medellinense que escribe con minúsculas los nombres propios de los grupos delincuentes. Son nombres propios y van con mayúscula en sus palabras significativas y no van entre comillas.


gazapera@gmail.com

Gazapera 170501

Gazapera     Sófocles

Mala interpretación

«Desde muy joven me ha apasionado la experiencia y lo práctico que llega hacer» Pie de foto de El Colombiano

Al personaje de la foto se le había hecho una pregunta y la respondió, lo más seguro, en una grabación que el piedefotista interpretó mal «llega a ser» por «llega hacer».

Las abreviaturas

«A partir del miércoles 3 de mayo en el auditorio, se realizará de 9:00 am a 9:00pm el Encuentro…»

Si esto, como parece, ocurre en un centro educativo, qué bueno sería que invitaran un profe de español para que realizara p una conferencista de cómo se usan los puntos de las abreviaturas. Yo lo habría hecho así: «… de 9:00 a. m. a 9:00 p. m.…».

Las siglas

«Todo comenzó hace 83 años, cuando Estados Unidos estaba en medio de la Gran Depresión. Franklin D. Roosevelt (FDR), en tan solo cien días […] A diferencia de FDR, conocido como el regenerador de América…». El Espectador.

Me interesó esta columna acerca de los cien días del presidente Trump y no esperaba toparme con algún gazapo, pero cuando apareció la sigla del presidente Roosevelt agudicé las antenas porque no veía razón de que el personaje fuera tratado como una empresa que sería identificada más tarde por su sigla y pasó: el mandatario fue identificado por su sigla. El redactor pudo usar palabras diferentes que lo identificaran.

Numerales

«31 órdenes ejecutivas, una agenda regresiva, un descalabro al medio ambiente mundial…». El Espectador.

En la misma noticia, no podía dejar pasar este gazapo escaso, el redactor empieza un párrafo con cifras y hay muchas formas de evitarlo: pudo haber escrito el numeral en letras o haber puesto un sujeto que cumpliera las características que se describen en seguida.

Dos gazapos pequeños

«Los cabildantes propusieron más campañas pedagogías, culturales […] concluyó el sub gerente general de Transmilenio». El Espectador.

Eso de «pedagogías» fue un resbalón del teclado pues se entiende que son «pedagógicas» y la separación del prefijo «sub» fue una distracción.


gazapera@gmail.com

martes, 25 de abril de 2017

Vista de lince 185


Mucha gente no sabe que cuando los elementos de un colectivo ejecutan la acción del verbo en forma individual, tal como lo es el uso de la internet, la concordancia se hace en plural: «El 76,4 % de los colombianos están conectados a la internet». La Real Academia Española admite el singular por el uso, pero lo correcto es el plural. Cuando no me creen propongo este ejemplo en el que el singular hace el feo: «El 48 % de los estudiantes de mi universidad es mujer».


Los apellidos tienen plural como adjetivos que son: Los Gavirias de Sopetrán.


Esta foto es la sección de corrección de un periódico muy conocido, el corrector predica a ojo pues con frecuencia hace correcciones sin averiguar si lo que supone malo existe en el Diccionario. En el caso presente la palabras «inscripto» e «inscrito» figuran en el Diccionario como sinónimas. Un corrector debe dejar la palabra que el escritor usa, no la que a él le gusta. Hace algunas semanas alguien escribió «a penas» y él corrigió «apenas»: ambas están en el Diccionario y hay una más: «apena»


El acrónimo «Sotramés» se pronuncia como palabra aguda y debe llevar tilde. Las letras de palabras abreviadas deben mantener los espacios entre palabras: «S. A.»


Los nombres de las campañas no van entre comillas

jueves, 19 de enero de 2017

Vista de lince 184

Alberto Piedrahíta Barrientos (q. e. p. d.).


Cuando llegué a la  Universidad Pontificia Bolivariana para iniciar mi carrera de ingeniería eléctrica, Alberto Piedrahíta era el decano. Era un decano de puertas abiertas como también lo fueron Iván Zuluaga y Evaristo Arango que le sucedieron. Nunca había un impedimento para hablar con esos decanos, uno se sentía seguro de poder hablar con ellos y solucionar los obstáculos que encontrara en el camino de preparación profesional.

Cuando yo estaba ejerciendo la profesión en Santa Fe de Antioquia como jefe de zona de la EADE, él iba con frecuencia a la oficina a hacerme visita, él tenía en aquel entonces una finca en la vereda El Espinal de dicho municipio, no sé si la finca es aún de la familia. Un día cualquiera se enteró de que yo había comenzado a escribir La gazapera para El Espectador y las visitas eran más frecuentes porque iba a comentarme errores que aparecían en los libros que le gustaba leer.

Un día me sentenció que me llevaría a escribir en El Colombiano, le agradecí el intento. Meses después fui trasladado a Tarazá por orden de la gerenta Rosa Roldán Betancur, hermana del sacrificado gobernador Antonio, mi amigo de infancia y adolescencia.

Durante los dos años que estuve en Tarazá, en las esporádicas  reuniones de la SAI, Sociedad Antioqueña de Ingenieros nos, nos encontrábamos, pero nada me decía del ingreso  al periódico. Me llegó otro traslado para Cisneros  y a finales de 1995 recibí un llamada telefónica de Alberto para invitarme a una reunión con Alberto Velásquez Martínez para empezar una columna similar a La gazapera en El Colombiano, cita que cumplimos.

Cuando íbamos hacia las instalaciones de El Colombiano, Alberto me solicitó que en el nombre de la columna viniera la palabra lince;  Vista de lince fue mi inmediata respuesta. La primera columna salió el 29 de diciembre del 1995, En junio de 2008 me pidieron que no escribiera más, sin darme explicación alguna. Vista de «lince sigue viva en este blog y en el periódico Epicentro de la comuna 10 de Medellín.

Sea ésta mi despedida a un hombre bueno que hizo mucho por los ingenieros electricistas de la UPB. Dios lo tenga en su Gloria.