Mundo moderno
Achú, oink, oink.
Ya sé, ya sé, la influenza porcina es algo serio y hay mucha gente preocupada, pero la ventaja de ser humorista es que nos podemos burlar hasta del “Abrazo de Porky” que tiene paralizado al mundo entero, y realmente creo que la capacidad de los humanos —sobre todo, los latinos— de encontrar un poco de humor hasta en las situaciones más desesperadas es lo que nos ayuda a seguir adelante.
Además, la banda mexicana Agrupación Cariño sacó una canción titulada Influenza cumbia y como ellos pavimentaron el camino, estamos bien.
No es que no haya de que preocuparse. La gente está asustada con razón. La gripa porcina no es precisamente estornudar y que huela a tocino. Pero, a pesar de tanta seriedad, hay que admitir que es chistoso que un estornudo haya paralizado el mundo.
Por ejemplo, la productora Televisa anunció que eliminará los besos “no esenciales” de sus telenovelas. Un vocero anunció que si la trama exige que una escena involucre un beso, este se dará de acuerdo con los lineamientos de salubridad delineados por las campañas para que los actores no se expongan al contagio y den buen ejemplo. Hasta ahí todo bien pero ¿cómo será una telenovela mexicana sin besos sobreactuados? ¿La escena con Rodolfo Pedro y Gisela Cristina se calienta y él la toma en sus brazos y le besa la mejilla? O le grita:
—¡Me provoca comerte a besos! Pero eso no sería saludable… mejor démonos la mano y después nos lavamos con jabón antibacterial.
No es precisamente candente, ¿no?
No crean que la televisión ha sido la única infectada, perdón, afectada. Si no me creen, métanse a Swinefighter.com y descarguen el videojuego con el que uno se convierte en un médico con una jeringa gigante y mata a unos cerdos voladores verdes. Puede que no sirva, pero es definitivamente más entretenido que ver los besos seguros de las novelas.
Otros aprovechando la comicidad del asunto son un grupo de norteamericanos está vendiendo camisetas que llevan la leyenda “Me fui para México y lo único que le traje a mi familia fue la influenza porcina”. Esta industria demuestra que el humor y la moda no están peleados y que la ropa sí tiene conciencia social.
Pensarán que el humor está fuera de tono, pero es una de las armas más efectivas que tenemos contra el contagio. Verán, la influenza porcina es como todas las gripas, luego se trata y previene como las demás, a saber, elevar las endorfinas (que se logra leyendo esta columna) y haciendo ejercicio (por ejemplo, vaya a la tienda), teniendo siempre a la mano un poco de alcohol por su efecto antibacterial y manteniendo una dieta rica en vitamina C y tomando bastante líquido ( haga una jarrada de vodka con jugo de naranja, que combina todo lo anterior), coma muchas frutas y vegetales (hágase unos patacones con hogao y mango biche con limón y sal) procure estar al aire fresco (váyase para la piscina) y brinde por Miss Piggy. ¡Achú!
Ángela Álvarez V.
angela_alvarez_v@yahoo.es
Achú, oink, oink.
Ya sé, ya sé, la influenza porcina es algo serio y hay mucha gente preocupada, pero la ventaja de ser humorista es que nos podemos burlar hasta del “Abrazo de Porky” que tiene paralizado al mundo entero, y realmente creo que la capacidad de los humanos —sobre todo, los latinos— de encontrar un poco de humor hasta en las situaciones más desesperadas es lo que nos ayuda a seguir adelante.
Además, la banda mexicana Agrupación Cariño sacó una canción titulada Influenza cumbia y como ellos pavimentaron el camino, estamos bien.
No es que no haya de que preocuparse. La gente está asustada con razón. La gripa porcina no es precisamente estornudar y que huela a tocino. Pero, a pesar de tanta seriedad, hay que admitir que es chistoso que un estornudo haya paralizado el mundo.
Por ejemplo, la productora Televisa anunció que eliminará los besos “no esenciales” de sus telenovelas. Un vocero anunció que si la trama exige que una escena involucre un beso, este se dará de acuerdo con los lineamientos de salubridad delineados por las campañas para que los actores no se expongan al contagio y den buen ejemplo. Hasta ahí todo bien pero ¿cómo será una telenovela mexicana sin besos sobreactuados? ¿La escena con Rodolfo Pedro y Gisela Cristina se calienta y él la toma en sus brazos y le besa la mejilla? O le grita:
—¡Me provoca comerte a besos! Pero eso no sería saludable… mejor démonos la mano y después nos lavamos con jabón antibacterial.
No es precisamente candente, ¿no?
No crean que la televisión ha sido la única infectada, perdón, afectada. Si no me creen, métanse a Swinefighter.com y descarguen el videojuego con el que uno se convierte en un médico con una jeringa gigante y mata a unos cerdos voladores verdes. Puede que no sirva, pero es definitivamente más entretenido que ver los besos seguros de las novelas.
Otros aprovechando la comicidad del asunto son un grupo de norteamericanos está vendiendo camisetas que llevan la leyenda “Me fui para México y lo único que le traje a mi familia fue la influenza porcina”. Esta industria demuestra que el humor y la moda no están peleados y que la ropa sí tiene conciencia social.
Pensarán que el humor está fuera de tono, pero es una de las armas más efectivas que tenemos contra el contagio. Verán, la influenza porcina es como todas las gripas, luego se trata y previene como las demás, a saber, elevar las endorfinas (que se logra leyendo esta columna) y haciendo ejercicio (por ejemplo, vaya a la tienda), teniendo siempre a la mano un poco de alcohol por su efecto antibacterial y manteniendo una dieta rica en vitamina C y tomando bastante líquido ( haga una jarrada de vodka con jugo de naranja, que combina todo lo anterior), coma muchas frutas y vegetales (hágase unos patacones con hogao y mango biche con limón y sal) procure estar al aire fresco (váyase para la piscina) y brinde por Miss Piggy. ¡Achú!
Ángela Álvarez V.
angela_alvarez_v@yahoo.es
1 comentario:
Por ahí dicen que AH1N1 significa: "Atlético Huila 1, Nacional 1". ¡Qué marcador tan pobre!
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