Mundo moderno
Nuevos Indicadores económicos
Mi profesor de Economía perdió el tiempo enseñándome la teoría de la oferta y la demanda y el cuento ese de La mano invisible de Adam Smith (la misma mano que al parecer le mostró el dedo de la mitad a la economía mundial el año pasado…) porque he descubierto que lo que realmente debimos haber estudiado eran las minifaldas y el colorete.
Hablo, por supuesto, del Índice del Largo de la Falda y el Índice del Color del Labial, dos propuestas económicas tan acertadas como divertidas. La una plantea que el largo de la falda es inversamente proporcional a la economía, es decir, las mujeres usan minifaldas cuando las cosas van bien y falda tipo institutriz alemana del siglo XIX cuando las cosas van mal. El otro, el del labial, sugiere que las ventas de colorete, sobre todo de tonos fuertes como el rojo, aumentan cuando la situación económica es pobre y bajan cuando la prosperidad aumenta.
Estas teorías me han despertado la curiosidad por el tema económico, materia que siempre tuve como más aburridora que ver evaporarse un charco. Ahora, con mi renovado interés, he decidió plantearles a los economistas mis indicadores económicos. Aquí van estos cuatro. Quién sabe, hasta de pronto alguno pega y me vuelvo famosa:
Índice de Regalos de Novios. Este indicador mide la cantidad y calidad de los regalos que los novios dan a las novias en fechas como San Valentín y Día del Amor y la Amistad. Todo está en lo peludo: si se venden muchas cosas en estuche peludo (anillos, dijes, collares), las cosas van bien; si se venden muñecos peludos, van mal. Esto se podría cotejar con el Índice de rompimientos sinsentido, que mide la cantidad de novios que echan a la novia sin motivo aparente justo antes de la Navidad, del cumpleaños o de las fechas anteriormente indicadas sólo para ahorrarse en regalito. Claro que si nos guiamos por esto estamos en la olla porque mi papá me contó que este año el San Valentín estuvo tan malo que lo van a rebajar a Beato.
Índice del Arroz. Mi idea es que en épocas de bonanza, el arroz se sirve en plato aparte y compacto, con forma de pocillo (roseta de salsa de tomate opcional); en épocas difíciles, es en el mismo plato y bieeeeeeeeeeeeeeen esparcidito para que se vea lleno.
Índice de la Temperatura del Chocolate. En este caso, si la gente está en la buena, sirven el chocolatico calientito de tal manera que la conversación sea larga y se pueda acompañar de “parva”. Pero si están en la mala, los inopes sirven el chocolate tibio para que los invitados se lo tengan que tomar con prisa y no alcancen a comer mucho.
Índice de Sociabilidad. En épocas de crisis esas visitas que llegan justo antecitos del almuerzo o la comida –visita de pésame, de felicitación, de enfermo, de recuperado, de despedida, de bienvenida y de cuanta cosa pueda celebrarse– escalan porque la gente aprovecha y tanquea en casa ajena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario