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jueves, 21 de octubre de 2010

La columna de Angelita

Mundo moderno
Los lenguajes olvidados
Hay un poema de Shel Silverstein que empieza: “Alguna vez hablé el idioma de las flores, alguna vez entendí cada palabra que decía el ciempiés…”. He tenido muy presente ese poema en estos días porque mi sobrino Emilio ha empezado a mostrar unas habilidades políglotas realmente excepcionales. Hace poco me contó que hablaba perro, garrapato, balleno y bebé –es el traductor oficial de Matías– y que estaba tratando de aprender un poco de culebro por si lo llegase a necesitar (y dado que en la finca de mi papá y mi mamá las visitas de los amigos ofidios son frecuentes, tal vez sea así).
La poliglotía de Emi me ha recordado que alguna vez yo también hablé ardillo, sapo y rano (son diferentes, aunque de la misma familia lingüística, como el español y el portugués) y algo de dialecto gatuno. Pero se me olvidaron y no sé ni cómo ni por qué dejé de intentar hablar con los animales.
Ahora que lo pienso, no sé por qué dejamos de creer que somos capaces de hacer todo lo que creemos poder hacer de niños. Durante la niñez existen ciertas creencias irrefutables, como el que cualquier cosa se puede levantar con la ayuda de una capa; los monstruos existen y viven en los clósets o debajo de la cama y la luz de la linterna del papá los disuelve, aunque también funciona taparse con la cobija que lo vuelve a uno invisible; desear fervientemente, bien sea en una estrella fugaz, una pestaña, atrapando una sirena o soplando las velas de la torta del cumpleaños, realmente funciona y no se debe desperdiciar oportunidad alguna para pedir un deseo; hay mundos paralelos llenos de hadas, dragones, duendes y demás seres que no son visibles al ojo adulto; es posible tener poderes como volar, correr a la velocidad de la luz, soplar tan frío que se congelan las cosas, etc.; las sombrillas, las escobas y las toallas son perfectamente aerodinámicos; y, por supuesto, los besitos de la mamá curan todos los males y hacen que el semáforo cambie de color. Estas son las bases de la idiosincrasia de la infancia y todos lo sabemos. Pero se nos olvida.
No sé exactamente cómo ni cuándo pero llega un momento en el que uno no es capaz de discernir el sabor un M&M verde de uno rojo, en que uno ya no se esfuerza realmente por soplar la bomba perfecta con el chicle y que uno deja de elegir el cereal por el muñequito y en su lugar se fija en el contenido de la fibra. Y, seamos sinceros, ya en ese punto la cosa empieza a ir cuesta abajo.

domingo, 17 de octubre de 2010

El habla costeña en España y en Colombia

Luis Fernando Múnera López

Cádiz, Andalucía, España
Cartagena, Bolívar, Colombia
Las regiones de Andalucía en el sureste de España y la Costa Norte de Colombia tienen muchas similitudes. Ambas están frente al océano Atlántico. Son regiones planas, agrícolas y ganaderas y generan intensos intercambios comerciales por el mar y por sus ríos. En ambas regiones las ciudades mantienen en su centro histórico el sabor antiguo y su espíritu original, y permiten que en su periferia nazcan y crezcan barrios modernos. Muchos españoles que conquistaron y colonizaron a Colombia salieron de Andalucía y entraron al país por nuestra costa norte. Igual tránsito hicieron mercancías a montones de allá para acá y viceversa.
Ambas regiones se caracterizan por su gente alegre, intelectual, sensible, laboriosa, abierta de espíritu y amante de la música. En Andalucía los muchachos se divierten sanamente en las heladerías bailando sevillanas, como en nuestra costa los jóvenes bailan vallenato, aires folclóricos de esas costas.
La comida es elemento esencial de ambas culturas. En Cádiz, España, un posadero nos ofreció para el desayuno un vaso de vino tinto y pan tostado untado con aceite de oliva y, en respuesta a nuestra cara de sorpresa, afirmó con una sonrisa “sepan ujtede que la comida Mediterránea éj la mejó der mundo y ej importante por su´rijinalidá y variedá”. Igualmente, en la isla de Tierra Bomba, Colombia, un negrito al recibirnos cuando descendimos del barco nos había dicho “loj voi a´llevá onde mi tía, que cocina er mejó pejcao d´éta ijla y l´oase con patacó pizao”.
¡Y el habla! Existe una gran similitud en la forma y la entonación del lenguaje en ambas regiones. Esta semejanza se nota tanto al oírlo hablado en boca del pueblo como al verlo escrito en su forma natural por poetas vernáculos. No conozco si este tema haya sido objeto de estudios sistemáticos. La expresión popular no sigue las reglas canónicas de la lengua y, cuando se le pone por escrito, los caracteres latinos no son suficientes para recoger los sonidos de esa forma de hablar. Esto no es extraño, ya que es muy común en todas las lenguas que muchos fonemas no tengan su equivalente en la grafía, pero los escritores se las ingenian para hacer las respectivas “traducciones”. Veamos dos ejemplos de esto en los escritos de Juan Ramón Jiménez, español, y Candelario Obeso, colombiano.

Juan Ramón Jiménez


Juan Ramón Jiménez, poeta andaluz y Premio Nobel de literatura, 1956, nació en Moguer en 1881 y murió en Puerto Rico en 1958. Moguer pertenece a la provincia de Huelva, frente al océano Atlántico y queda cerca del puerto de Palos de la Frontera, de donde zarpó Cristóbal Colón en su primer viaje hacia el Nuevo Mundo. Entre 1907 y 1916 Jiménez escribió Platero y yo, un librito de poemas en prosa, cuadro de costumbres moguerenses, en el cual el poeta y Platero, un borrico “pequeño, peludo y suave; tan blando por fuera, que se diría todo de algodón, que no lleva huesos; sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro”, son al mismo tiempo protagonistas y espectadores de ciento treinta y ocho historias breves, serenas y amorosas de ese pueblo.
Cuando en el libro habla el poeta, se expresa y escribe en un español perfecto. Pero también recoge expresiones de personajes del pueblo y las reproduce en su estilo original. En esta habla andaluza las contracciones, las elisiones y los apóstrofos son comunes. Cuando se oyen la c o la z normalmente no tienen su sonido original y lo sustituye el de la s. A la s frecuentemente la reemplazan la z o la j. Al final de los artículos aparece una r en lugar de la l. Igualmente la ll se cambia por y. Para entender lo que aquí transcribe Juan Ramón Jiménez hay que leer más con el oído que con la vista. Veamos o, mejor, oigamos:
En el capítulo I los hombres miran a Platero y dicen: “tien´asero”.
En el capítulo III unos niños pobres juegan y discuten diciendo: “Mi pare tié un reló e plata”. “Y er mío un cabayo”. “Y er mío una ejcopeta”.
En el capítulo XX un grupo de campesinos trae un herido y una mujer joven entre ellos pregunta: “Zeñorito: ¿ejtá ahí eze médico?”
En el capítulo XLVI una mujer tísica, que está sentada en una silla junto al río pues el médico le aconsejó salir al campo, exclama: “Cuando yego ar puente ¡ya v´usté, zeñorito, ahí ar lado que ejtá! m´ahogo”.
En el capítulo LXXVII el poeta quiere entrar con Platero en el parque El Vergel y el guardia de la entrada no se lo permite: “Er burro no pue´ntrá, zeñó”. “¿El burro? ¿Qué burro? –le digo yo mirando más allá de Platero”. “¡Qué burro ha de zé, zeñó; qué burro ha de zéee!”
En el capítulo CXXVII uno de los músicos de la banda del pueblo le dice al poeta: “Ya v´osté, don Juan, loj platiyo… El ijtrumento más difísi… El uniquito que ze toca zin papé”. “Ya v´osté… Ca cuá tié lo zuyo… Ojté ejcribe en loj diario… Yo tengo ma juersa que Platero… Toq´ust´aquí”.

Candelario Obeso

Candelario Obeso, poeta negro colombiano, nació en Mompox el 12 de enero de 1849 y murió en Bogotá el 3 de julio de 1884. Mompox es una ciudad colonial construida sobre una isla en el río Magdalena, en la región de la Costa Norte de Colombia. Obeso se considera poeta negro no sólo por su raza y el color de su piel sino por el tema de sus poemas, que recogen y defienden la cultura de su gente, y por la forma como los escribía, pues reproducía con el alfabeto latino la pronunciación de los negros. Candelario Obeso, de cuna humilde y familia pobre, fue hombre de gran cultura. Manejaba con fluidez las lenguas francesa, inglesa, alemana e italiana. Escribió varios libros con obras poéticas y dramáticas, así como manuales de gramática e idiomas. Fue cónsul de Colombia en Tours, Francia. Su vida se caracterizó por su carácter rebelde y contestatario, así como por sus conflictos sentimentales. Por su legado cultural es, sin duda, uno de los poetas más valiosos de Colombia.
Igual que con el habla popular andaluza, a Obeso hay que leerlo más con el oído que con el ojo. Él mismo se encarga de explicarlo en una página de su obra Cantos populares de mi tierra así:
«La r inicial tiene el sonido suave de la no inicial en las voces en que reemplaza a la d (así, de se convierte en re y no en rre). El sonido c es fuerte en las dicciones como éstas: libectá, ficmeza. El de la articulación j, cuando suple a la s, es por extremo breve i un cuanto oscuro. E vale como ej (es), i muchas veces re (de), especialmente en las palabras compuestas (lengua-e-vaca), i cuando así lo requiere la elegancia en la frase o la estructura del verso. Er (se pronuncia eér) es equivalencia de der (del), i se aleja de er (el) tanto cuanto entre sí se alejan cuantidades opuestas. Para establecer esta diferencia en lo escrito, marco este signo sobre aquella voz así: ér. Que ér vale tanto como der, no puede revocarse a duda. Esta copla popular, tan trillada en la Costa es prueba incontrovertible: “Rurce ej er agua der má,/ I mui amacga la ér rio./ Tú ere ficme i yo icotante;/ Tú ere tuya i yo soi mio…” Nótese, por último, esta especialidad en la concordancia: “lo s´ojo mios”; procedencia de la imperfecta i escasa pronunciación de la s (…). En la poesía popular hai i hubo siempre, sin las ventajas filolójicas, una sobra copiosa de delicado sentimiento i mucha inapreciable joya de imájenes bellísimas. Así, tengo para mí, que es sólo cultivándola con el esmero requerido como alcanzan las Naciones a fundar su verdadera positiva literatura».
Cantos populares de mi tierra es también un compendio de cuadros de costumbres, escrito en verso. Contiene dieciséis poemas. Transcribo unos versos de algunos de esos cantos, como muestra de la representación escrita que Obeso hace del habla popular del negro colombiano.
El poema Lo palomos es un bello retrato de la conducta de estos animales mansos y nobles: Siendo probe alimales lo palomos,/ a la jente a sé jente noj enseñan;/ e su condúta la mejó cactilla;/ hai en sus moros efertiva cencia…
En La oberiencia filiá, (cuento a mi mae), Obeso narra el conflicto que vive una muchacha adolescente en medio de las inclinaciones que le dicta su sangre y los consejos de su madre: Me ha richo uté que juiga re los hombre,/ y yo le he juio;…/ Sólo a la vece cuando er só se junde / convecso con Rogelio en er camino./ ¿Sí? ¿Qué te rice?... Que me quiere mucho… /Yo naitica le rigo;…/ ¿I luego?... –Añare un apretón re mano,/ o me rá en er cachete argun besito…/ Etá güeno… ¡junjú!... ¿Con que tó eso/ te jace ese lambío?.../ A pajareá no güerva j´a la roza,/ pocque tás, mi hija e mi arma, en un peligro… Los consejos maternos no hicieron efecto, pues la historia termina así: Ar otro día, mui poc la mañana/ jizo la chica un lío…/ Er só mui léjo la topó sin flore/ entre lo tiernos brazo der peligro…
Uno de los cantos más conocidos del poeta, por su belleza y sonoridad es Canción der boga ausente, que dice así en su primera estrofa: Qué trite que etá la noche,/ la noche que trite etá./ No hai en er cielo una etrella…/ Remá, remá.
El Canto der montará es un sentido poema que cuenta la vida de un campesino que vive en el monte con su familia, pues no le gustan los pueblos. Empieza así: Eta vira solitaria/ que aquí llevo,/ con mi jembra i con mi s´hijo/ i mi perros,/ no la cambio poc la vira/ re lo pueblos…/ No me farta ni tabaco,/ ni alimento./ Re mi pácmas ej´er vino/ má que güeno,/ i er guarapo re mi cañas/ ¡etupendo!
Coda
La idea que propongo en este escrito es preliminar, por lo tanto sería prematuro hablar de conclusiones. Quiero, sí, destacar algunas similitudes o, si se quiere, simetrías entre el habla popular tanto hablada como escrita en las costas de España y Colombia.
Referencias
Juan Ramón Jiménez, Platero y yo. Editorial Losada. Buenos Aires. 1952



Candelario Obeso, Cantos populares de mi tierra. Alcaldía Mayor de Bogotá. Bogotá. 2004



La Taruya, revista cultural de la depresión momposina. Mompox. Edición número 7. Noviembre-diciembre de 2004

viernes, 15 de octubre de 2010

Vista de lince 112

Las tildes


Imposible echarle la culpa de la falta de cuatro tildes al presidente Piñera, a quien de paso felicito en compañía de todos los chilenos (algunos de los cuales me leen). Fue una hazaña de Estado la recuperación de 33 seres humanos, enterrados a 700 metros de profundidad.
Me pregunto:
–Tratándose de la noticia más importante del día, ¿cuántas personas pudieron haber visto, antes de iniciar la impresión, el destacado que muestro con cuatro tildes ausentes?
Me pregunto de nuevo:
–Tratándose de la noticia más importante del día, la que sería vista por el mayor número de lectores, ¿no le habrían sacado una prueba de impresión para calificar diagramación, impresión, redacción y ortografía?
¿Qué nos pasa en Ortografía de Coquito?
Desde la Estación Cisneros del metro alcancé a ver un aviso del restaurante donde come el redactor de ese destacado.


Piñera dijo:
«¡Qué emoción! ¡Qué felicidad! ¡Qué orgullo de ser Chileno! ¿Y qué gratitud con Dios!».
Además de esas cuatro tildes, la conjunción copulativa y en la última exclamación no va dentro de los signos. Para evitar ese problema, ésta pudo ser la transcripción:
«¡Qué emoción!, ¡qué felicidad!, ¡qué orgullo de ser Chileno!, y ¡qué gratitud con Dios!

De primera



Repetición de la repetidera. Si no quieren hacer caso a la cantaleta no es por no leer, porque sé que este blog lo están leyendo en los dos principales diarios de mi ciudad, uno de los cuales es propietario de El Observador. Bueno, les pongo el enlace (que no link) de la entrada mayúsculas del Diccionario panhispánico de dudas y parece que no lo leyeran. Hoy, además del enlace que ya lo puse, pongo también la transcripción de la regla 4.4. para que se entienda que el artículo no hace parte del apodo, no va dentro de las comillas (o bastardilla, según el caso) y va con minúscula, mientras el apodo lleva la mayúscula: Con este triunfo el “Gato”… Ah, y las comillas son dobles, no sencillas.

«4.4. Los sobrenombres, apodos y seudónimos: Manuel Benítez, el Cordobés; José Nemesio, alias el Chino; Alfonso X el Sabio; el Libertador; el Greco; el Pobrecito Hablador (seudónimo del escritor Mariano José de Larra). El artículo que antecede a los seudónimos, apodos y sobrenombres, tanto si estos acompañan al nombre propio como si lo sustituyen, debe escribirse con minúscula: Ayer el Cordobés realizó una estupenda faena; por lo tanto, si el artículo va precedido de las preposiciones a o de, forma con ellas las contracciones al y del: Me gusta mucho este cuadro del Greco (no de El Greco); El pueblo llano adoraba al Tempranillo (no a El Tempranillo)».

Versión por edición


Otro error de los inacabables. La séptima acepción del sustantivo edición dice: 7. f. Celebración de determinado certamen, exposición, festival, etc., repetida, con periodicidad o sin ella. Tercera edición de la Feria de Muestras. Cuarta edición de los Juegos Universitarios.
Miren como se ve bien usada la palabra edición:



El lugar equivocado


Los que están en el lugar equivocado porque no se ven en el debido son las mayúsculas del nombre propio Las Palmas y el signo de apertura de interrogación: Éste va por Las Palmas, ¿Cierto?

Encontrado en la página de la Real Academia Española www.rae.es
Para los que quieran participar en la lectura del Quijote en You tube (clic en la palabra Quijote).


viernes, 8 de octubre de 2010

Preguntario 5


Al fin ¿qué?
7. Para decir que un suceso será muy pronto ¿se debe decir a la mayor brevedad o a la menor brevedad?
Veamos qué nos dice el Diccionario:
(Del lat. brevĭtas, -ātis).
1. f. Corta extensión o duración de una cosa, acción o suceso.
Pongamos los sucesos A y B.
El suceso A dura cinco minutos y el suceso B dura dos minutos.
Decimos que el suceso B es más breve que el suceso A, es decir, la brevedad del suceso B es mayor que la del suceso A.
Por lo tanto, cuando necesitamos que algo sea casi instantáneo decimos que lo queremos a la mayor brevedad.
Ciudad invitada


Kuala Lumpur, Malasia
Cuando la invitación cae en una ciudad en la que no se habla español es difícil encontrar medios autóctonos que aporten tema para comentar en este blog. Por esa razón hay que tomar de otras publicaciones aunque no les sean propias a los habitantes, en este caso de la capital de Malasia. Me entretuve entonces leyendo algo sobre las Torres Petronas, edificios más altos del mundo entre 1998 y 2003.


Me encontré con esta perla:
«La planta es un dodecaedro, la figura geométrica preferida del arte islámico, el predominante en Malasia». Vagamundos punto net.
La planta de una edificio no puede ser un dodecaedro, porque éste es una figura tridimensional, mientras que una planta arquitectónica es bidimensional. Eso me llevó a buscar otras webs que explicaran mejor lo del número doce islámico que menciona el citado: encontré dos citas que coinciden en que el diseño está basado en la estrella de doce picos islámica. Observen que dice está basado y no es, porque si contamos los picos mostrados en este esquema nos da ocho, resultado de la superposición de dos cuadrados uno de ellos girado 45° con respecto del otro.


Los sectores circulares intercalados entre dos picos son también ocho y no se parecen a picos, si se parecieran serían 16 en total que no es la figura islámica aludida.
«Gradualmente decreciente en la parte superior, está basada en un motivo muy tradicional en la cultura islámica, una estrella de 12 picos incluyendo un círculo en cada intersección. La construcción de las torres comenzó en 1994». permaneceer.spaces.live.com
«Pelli tuvo que adentrarse en la herencia musulmana para crear un diseño geométrico islámico basado en una estrella de 12 picos incluyendo un círculo en cada intersección». humandrama2.wordpress.com


Dodecaedro


Enlazar
Entre todas las páginas que abrí para mostrar el error del dodecaedro, me encontré este collar de perlas:
«En realidad la fascinación de Euclídes por el dodecaedro procedía no sólo de aquella proporción aúrea que ya encontró en sus caras pentagonales sino en otra cuestión: el dodecaedro podía inscribir en su interior a todos los demás poliedros, los contenía a todos (tal y como podeís ver en la web linkeada)». Blog La nodriza de las hadas y el rey carmesí
Empecemos:
La palabra euclides no lleva tilde por ser palabra grave terminada en ese.
La tilde de la palabra áurea se marca en la vocal fuerte del diptongo.
La frase podía inscribir en su interior es pleonástica, es imposible inscribirlos en el exterior.
El acusativo todos los demás poliedros no va precedido de la preposición a.
La tilde de la palabra podéis se marca en la vocal fuerte del diptongo.
Por último, ¿qué necesidad hay de inventar el verbo linkear y de usar el anglicismo correspondiente link, si en español podemos usare el verbo enlazar y su correspondiete sustantivo enlace? Un poquito de buena voluntad es suficiente.

martes, 28 de septiembre de 2010


LOS 2.500 AÑOS DE LA
CIVILIZACIÓN OCCIDENTAL
(0/11)


Bernardo Mayorga
Profesor de de la Escuela de Matemáticas de la Universidad Industrial de Santander en Bucaramanga, Colombia.
0. Presentación
01. PREÁMBULO
El mundo es como es, pero podría ser de otra manera. A menos que creamos en el destino, nada más en nuestra vida personal somos conscientes de que ciertas decisiones que tomamos en determinadas circunstancias, o de que una determinada coincidencia en un momento dado, cambiaron por completo el rumbo de nuestras existencias. Por ejemplo, a alguien lo dejó el transporte de su empresa que lo recoge cada día, por lo que hubo de tomar un autobús de servicio público en el cual se conoció con quien sería su esposa. Por supuesto, es imposible saber qué habría sucedido si ese día no se hubiera estropeado el despertador, pero es absolutamente claro que, de no haber sido así, los hijos que tuvo con su esposa, y los nietos, etc., no habrían existido jamás. En cambio, habrían probablemente nacido, de otra esposa, otros hijos y otros nietos que nunca tuvieron la oportunidad de salir de la nada.
Si eso es así en el plano personal, con mayor razón podemos decir que cosas análogas suceden en el curso de la historia humana. Ha habido decisiones y acontecimientos que cambian el rumbo de muchas vidas y a veces de pueblos enteros. Pensemos, por ejemplo, en que si Oswald no hubiera sido un excelente tirador y hubiese errado sus disparos, el 22 de noviembre de 1963 solo habría tenido lugar uno más en la lista de atentados presidenciales en los Estados Unidos, y una cierta parte de la historia posterior habría sido diferente. Probablemente ni “mejor” ni “peor”, pero en todo caso diferente.
En la historia universal de los últimos milenios han tenido lugar algunos eventos concretos que han marcado definitivamente el rumbo futuro de la humanidad. Quizás el primero de ellos haya sido la Batalla de Maratón, que tuvo lugar durante las Guerras Médicas (entre griegos y persas) hace 2.500 años, hacia el 12 de septiembre del año 490 antes de nuestra era. Aparte del hecho de que la victoria de los griegos ese día implique la existencia de quien ahora esto escribe y de quienes lo leen, lo verdaderamente importante es que con toda seguridad la vida que ahora vivirían millardos de personas que nunca nacieron sería muy diferente.
Porque la victoria de Maratón permitió el pleno desarrollo de la naciente cultura griega, que ofrecía elementos absolutamente originales que constituyen, a la larga, la base de toda nuestra civilización tecnológica contemporánea. Piénsese nada más que en los dos siglos de la dinastía Ming anteriores a la llegada de los europeos a América, China era la vanguardia de la humanidad en todos los aspectos, y tal vez alcanzó el máximo desarrollo posible basado en baja tecnología (la anterior a la Revolución Industrial en Europa hace dos siglos). Y téngase en cuenta que los chinos del siglo XVI aún no habían sido permeados por las poderosas ideas griegas de veinte siglos antes, mientras que desde esos tiempos han pasado escasos cuatro siglos.
A dilucidar por qué la Batalla de Maratón condicionó que seamos como somos, y por qué el triunfo de los persas hubiera indicado un rumbo distinto para la humanidad, se dedican las siguientes páginas.
02. ACLARACIÓN NECESARIA
Cuando se trata de contabilizar los años transcurridos entre dos fechas dadas, no existe problema si se trata de fechas dentro de la misma era, pues solo hay que efectuar una simple resta. Es claro, por ejemplo, que entre el 20 de julio de 1810 y el 20 de julio de 2010 transcurrieron 200 años, o que entre el 12 de octubre de 1492 y el 12 de octubre de 992 pasaron 500. No sucede lo mismo cuando las fechas corresponden a diferentes eras (“antes de Cristo” o “después de Cristo”, “antes de nuestra era” o “de nuestra era”, con signo negativo o sin signo). La simple suma de años da un resultado inexacto. Digamos primero que en la cronología histórica contemporánea se denomina año 1 el año 754 desde la legendaria fundación de Roma. Ese es el año 1 “de nuestra era”, o año 1 “después de Cristo”, o simplemente año 1. El año anterior, el 753 de la cronología romana, se llama año 1 “antes de nuestra era”, o año 1 “antes de Cristo”, o simplemente año –1 (dicho sea paso, los especialistas consideran que Cristo pudo haber nacido entre los años 7 y 4 “antes de Cristo”).
Ahora bien, supongamos que una persona nació el 1.° de junio del año 1 antes de Cristo. El siguiente 1.° de junio tuvo lugar el año 1 después de Cristo, pero es obvio que la persona no cumplió en esa fecha 2 años, como parece indicarlo –incorrectamente– la suma de 1 + 1, sino solo uno. Y si nació el 1.° de junio del –2, el 1° de junio del año –1 cumplió uno y el 1.° de junio del año 1 cumplió 2, el 1° de junio del año 2 cumplió 3, etc. Es obvio, pues, que para contar los años transcurridos entre dos fechas, una “antes de Cristo” y otra “después de Cristo”, ala simple suma de años hay que restarle 1

(Imagen tomada de www.google.com/images).
La Batalla de Maratón tuvo lugar el 12 de septiembre de –490, así que este 12 de septiembre de 2010 se cumplieron 490 + 2010 – 1 = 2499 años. Pero así como el mundo saludó erróneamente la llegada del siglo XXI y del “tercer milenio” el 1.° de enero de 2000, día que apenas daba inicio al último año de del siglo XX y del “segundo milenio”, por estos días el mundo recuerda los “2500” años de la célebre batalla, y hay diferentes celebraciones en diversos países –entre ellos, por supuesto, en Grecia–, en las cuales se incluyen carreras de 42 kilómetros que tampoco están respaldadas por la historia. Falta, pues un año para que se cumplan los 2500, pero al cumplirse 2499 este 12 de septiembre, comenzó el dosmilésimo quingentésimo año desde la ocurrencia de ese que con el tiempo resultó trascendental evento de la historia, como que puso en marcha la civilización “occidental”. Así que podríamos dedicar todo el año para conmemorar.

Bernardo Mayorga
Profesor de la Escuela de Matemáticas de la Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, Colombia
El profesor Mayorga ha cedido este artículo para ser incluido en los blogs El blog de don Abel y Los Gavirias de Sopetrán, en los cuales se reproducirá en 12 entradas numeradas desde el 0 hasta el 11.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Vista de lince 111

Dicen
«Niño colombiano de 15 años evadió todos los controles del Aeropuerto Eldorado de Bogotá y llegó a Chile sin tiquete, sin pasaporte y sin dinero»: dicen los medios.
«A mi familia le duele que a nuestro hijo le estén dando el trato de polizón. Nuestro hijo no es ningún polizón»: dice el padre de la criatura a los medios.
«polizón. (Del fr. polisson, vagabundo, y este del lat. politĭo, -ōnis).
1. m. Persona que se embarca clandestinamente»: dice el Diccionario
Abelito era un niño muy travieso, pero muy obediente. Un día doña Carlota, su mamá, le dijo:
–Abelito, mijo. Vaya a la tienda y me compra un frasco de nuez moscada.
Abelito, que desde entonces se distinguió por el afán en el buen hablar, replica a su mamá:
–Mamá, y si no es moscada, entonces ¿qué es?
«Si no es polizón, entonces ¿qué es?»: dice don Abel.ۚ
Otro gazapo relacionado con esta noticia
Decía el narrador de uno de los medios mientras describía lo que había grabado una de las cámaras de seguridad del Aeropuerto Eldorado:
«El joven tiene tiempo para colocarse su camisa», se la estaba poniendo.
Qué plaguita eso de que sólo ponen las gallinas.
De recorrido por las aulas
En mi recorrido por el folleto Guía educativa 2010-2011 llegué a la página 38 y entré a Esumer.
Arte publicitario

En el último renglón del recuadro titulado Informes hay un de talle para aplaudir: usa el publicista la abreviatura correcta de "número" (n.°). Encontrar a alguien que la use es como encontrar una aguja en un pajar. La describo para que no vaya a pensar alguien que la escribí mal: n minúscula, punto y la letra “o” en superíndice (o volada).
En el mismo renglón un detalle pequeño que puede pasar inadvertido porque, en general, el arte está perfecto: el nombre de la carretera a Urabá es Carretera al Mar con lo que la palabra mar también va en mayúscula por ser parte de ese nombre propio.
La página web. La página web de Esumer, al igual que el arte publicitario, muestra esmero en la diagramación y en la redacción. Me costó trabajo encontrar con que rellenar este espacio. A pesar de esas bondades, logré encontrar en la página institucional/trayectoria un párrafo que me hizo tropezar varias veces:
«Hoy, 35 años de experiencia en formación otorgan a Esumer un alto reconocimiento a nivel local, regional y nacional, en las áreas del saber económico – administrativo, y marcan el inicio de una nueva etapa, en la cual se perfilan importantes proyectos desde el punto de vista académico, tecnológico, investigativo y en el ejercicio de la responsabilidad social empresarial».
Mi propuesta es así:
«Treinta y cinco años de experiencia en formación dan a Esumer alto reconocimiento local, regional y nacional en las áreas del saber económico-administrativo, y marcan el inicio de una nueva etapa, en la que se perfilan importantes proyectos d académicos, tecnológicos e investigativos en el ejercicio de las responsabilidades social empresarial».
He eliminado dos frases comodines: a nivel y des el punto de vista, que nada aportan al enunciado.
En la palabra compuesta económico-administrativo, los componentes se paran mediante un guion, no una raya, sin espacios adelante ni atrás.

lunes, 20 de septiembre de 2010

Vista de lince 110

De primera
Había prometido repetir en esta columna dos de las fotografías de la Vista de lince 109, pero como los redactores de los dos diarios principales de mi ciudad, El Colombiano y El Mundo, se resisten a leer las normas de mayúsculas que las encuentran muy fáciles de aprender en el Depedé, Diccionario Panhispánico de dudas, pues presento una fotografía de primera página que haría innecesaria la repetición de las prometidas, sin embargo, aquí están todas tres. Tengamos presente las normas de las mayúsculas (clic)


En esta foto la palabra comisionado no va con mayúscula, pues no pasa la prueba del reemplazo: Asegura que Frank Pearl de Paz y el “indio” se escribe como lo acabo de hacer: el artículo en minúscula por fuera de las comillas y éstas dobles, no simples.
Tengamos ahora presente esta página de comillas (clic). Si la leen con atención encontrarán que sólo dos usos tienen las comillas simples:
1 Cuando se necesita poner entre comillas un texto que está dentro de otro que ya está entre comillas: «Alberto me dijo: “Vaya ‘cacharro’ que se compró Julian”». Como ven la palabra “cacharro” normalmente irá entre comillas dobles, pero al estar en un texto entre comillas dobles y éste entre otro entre angulares, se usan las simples.
2. Cuando se aclara el significado de una palabra, éste se encierra entre comillas simples:
“Espiar”, ‘asechar´, no significa lo mismo que “expiar” las faltas.
Veamos pues las fotografías repetidas y una nueva que me encontré:


Capturado la “Araña” (el artículo en minúscula por fuera de las comillas dobles y el apodo “Araña” con mayúscula)
Antonio Londoño Higuita, alias la “Araña” (ídem).
El nombre Bloque Elmer Cárdenas no va ni con simples ni con dobles. Otra manía nueva, dizque poner todos los nombres entre comillas. Sólo van entre comillas los nombres de obras literarias o artísticas, y los nombres de publicaciones periódicas.



El “Cebollero” preso por documentos falsos (el artículo va con mayúscula por empezar texto; el apodo entre comillas dobles y en minúscula.
Alirio Rendón Hurtado, alias el “Cebollero” (el artículo en minúscula por fuera de las comillas dobles y el apodo “Cebollero” con mayúscula).



En esta otra foto hay ejemplos para todos los gustos-
Observen que se trata de un reportaje, observen que las palabras del encuestado están entre comillas, una moda nueva innecesaria porque para diferenciar las palabras del encuestador de las del encuestado basta la negrilla de las del primero.
Ahí conozco al ‘Alemán’ (el artículo queda por fuera de las comilas –simples, por estar en un texto entre comillas– el apodo entre las comillas simples y con mayúscula).
...John Freddy Manco Torres, el famoso ‘Indio’” (el artículo por fuera e inclusive antepuesto a un adjetivo calificativo las comillas simples por encontrase en un texto entre comillas).
¿Se volvió amigo del “Indio”? (El artículo se debe contraer, las comillas dobles y el apodo con mayúscula).
Además de la entrada mayúsculas del Depedé, tengo hoy otro elemento que no puedo reproducir: se trata de los numerales 12.8j y 12.8k de la Nueva gramática.



El árabe



Recibí de mi amigo Gonzalo Montoya esta colaboración.
El periódico El Colombiano publicó el pasado viernes 10 de septiembre una caricatura donde aparece el pastor Terry Jones que dice “¡¡Pero no me pueden impedir que queme a Baldor, que es otro árabe que detesto!!”.
Gazapo 1. Uso indebido de dobles signos de apertura y cierre de exclamación.
Gazapo 2. Aurelio Baldor (1906-1978), autor del clásico libro de álgebra aludido y mostrado en la ilustración fue un autor cubano, no árabe. En la portada de ese clásico libro aparece Al-Juarismi, matemático árabe de la edad media occidental (780-830).
Gazapo 3. En la nota introductoria dice “El pastor Terry Jones que convocó a una quema del Corán para conmemorar los atentados a Nueva York, desistió de su intención”. Considero que falta la coma después del apellido Jones, para delimitar la frase aclaratoria.
La última oración debe ser : Que es otro árabe al que detesto

viernes, 17 de septiembre de 2010

La columna de Angelita

Mundo moderno
Claves para un matrimonio feliz
Una pareja de amigos anunció recientemente que se casan. Me alegra mucho por ellos y los felicito por haber tomado la decisión de caminar por el sendero de la vida cogidos de la mano. Dicha la cursilería requerida, vamos al grano.
Para empezar, quiero narrarles la historia del Hada del Aseo. Una vez, recién casados, Jorge y yo tuvimos un altercado respecto de la división equitativa de las laboras hogareñas. Jorge decía:
–Eso lo hacíamos el fin de semana.
Pero el fin de semana era para descansar entonces lo hacemos el lunes, pero el lunes estaba muy cansado entonces yo terminaba haciendo todo.
Un día él llegó a la casa y todo estaba reluciente (hasta peiné los flecos al tapete del baño) me entaconé y lo recibí con un vaso de whisky. Cuando él vio todo dijo:
–¿Qué pasó aquí?
–Vino el Hada del Aseo y mágicamente dejó todo esto así de lindo –fue mi respuesta. –El problema es que el Hada del Aseo nunca viaja sola; siempre viene en compañía del Hada de la Cantaleta.
Varias horas de joda después teníamos horario montado. Me complace reportar que desde eso no han vuelto a visitarnos.
Pero las labores hogareñas son sólo parte del problema. Las palabras también pueden ser peligrosas, por eso hago estas recomendaciones:
Nunca le diga a su esposa:
–Sí estás gorda, pero yo te quiero igual.
–Mi mamá no lo hace así (ni sus variaciones: pregúntale a mi mamá que a ella sí le queda rico, por qué no le dices a mi mamá que te de clases de cómo hacer el tinto y el arroz como a mí me gusta, etc.).
–Tu deberías hacer como (insertar nombre de amiga o famosa) y usar más/menos faldas/maquillaje, etc .
–No entiendo qué te hicieron durante tres horas en la peluquería, quedaste igualita.
–¿Por qué no puedes ser como (insertar nombre de ex novia aquí)?, ella nunca me alegaba cuando salía con mis amigos.
Si comete alguno de estos errores, rápidamente debe compensar con una de las siguientes frases:
–¿Estuviste en la peluquería? Te ves hermosa.
–No creo que tengas suficientes carteras (joyas, maquillaje, cremas). –Come otro poquito de postre que estás demasiado flaca.
Asimismo, nunca le diga a su marido:
–Pero es que es tu mamá, claro que te dijo que se te ve bien.
–Pues, no, chiquito no es, lo que pasa es que comparado con (insertar nombre de ex novio aquí).
–Pues… qué te dijera; ¿Y a ti quién te dijo que eso combinaba? O su variación eso se le ve bien a (nombre de famoso o amigo) pero a ti no.
Si cae en una de estas trampas, use las infalibles:
–Por qué no pones un partido mientras yo te hago algo rico de comer.
–Deberías salir un ratico con tus amigos que hace rato no los ves.
–No quiero hablar de mis sentimientos, mejor veamos una película con explosiones.
Y en caso de que lo anterior falle, recuerden las cinco palabras que siempre funcionan con los hombres:
–Hay cerveza en la nevera.
Y las que siempre funcionan con las mujeres:
–Amor, tienes toda la razón.



lunes, 13 de septiembre de 2010

Vista de lince 109

De primera
El primer diario de mi ciudad está sufriendo una mayusculitis crónica, y nada que llaman al médico que hasta gratis les va. Allá ellos. Si ustedes, amables lectores, abren el Depedé, Diccionario panhispánico de dudas, en la entrada mayúsculas se toparán con el más completo tratado de uso de las mayúsculas que haya salido en nuestra lengua.
–¿Qué ya he dicho eso varias veces?
–¡Qué importa? ¿No ven que hay gente nueva, que me estaban esperando después de que me perdí casi un mes completico. Aunque había pedido disculpas vinieron a esperarme a pesar de haberles incumplido de nuevo? Procuraré que esta vez sí sea en serio el propósito de la enmienda.
Íbamos en el mejor tratado de mayúsculas. Si lo abren (ahora sí, por favor ábranlo que ahí está el enlace, no vayan a decir link) busquen, si son tan amables, las normas 4.31. y 6.9. y léanlas mientras me termino de tomar este cafecito.
Observen que la norma 4.31. no es obligatoria, entonces no hay por qué preocuparnos si en un titular aparece El presidente inauguró la obra. Como estamos acostumbrados a esa mayúscula, nuestro escrito puede perder elegancia sin ella, y ¡qué pena! con el Presidente y con el ministro de la Defensa.
–¿Se dieron cuenta de que Presidente está con mayúscula y ministro con minúscula? El truquito es muy sencillo reemplacemos las palabras presidente y ministro (incluyendo los artículos) por los nombres propios de los funcionarios: y qué pena con Juan Manuel Santos y con Rodrigo Rivera de la Defensa. Como ven, el primero quedó perfecto, pero al segundo le sobra algo. Eso significa que el primero está reemplazando el nombre propio del funcionario, pero el segundo no. Si vieron qué fácil salir de esa angustia de “¿le pongo mayúscula o no le pongo?”
Con esa base miremos esta foto de primera página de El Colombiano (10-08-18):


El periodista está diciendo que Juan Manuel no va a nombrar un comisionado, y hasta le está poniendo artículo indefinido. Si no van a nombrar, la palabra comisionado no tiene nombre propio para reemplazar y va con minúscula.
Antes de pasar a la otra foto apliquemos el truco del reemplazo a la palabra presidente de la primera y vemos que está en la minúscula correcta
Ahora sí miremos la segunda foto de la misma primera página:


La palabra presidente no pasa la prueba del reemplazo, como ya lo hemos visto dos veces. El adjetivo primero, no es palabra de dignidad en este caso y va con minúscula, de la palabra mandatario le dudo mucho de la dignidad, pues Juan Manuel no hizo campaña para ser mandatario, sino presidente con lo que la palabra viene a ser común a todos los mandatarios de los cuales Juan Manuel es el primero. Y supongamos que fuera palabra de dignidad, al perder el adjetivo la mayúscula, mandatario no pasaría la prueba del reemplazo.
Más sobre mayúsculas
Como ya tenemos el enlace tan lejos lo vuelvo a poner: mayúsculas.
Ahora lean, por favor. las normas 4.4. y 4.5.


Eso está muy claro, y es repetición, pero si alguno necesita explicación adicional, no dude ponerla en observaciones de esta entrada o escribirla a tiromalo@gmail.com. Por lo tanto, Capturado alias la “Araña”; El “Cebollero” preso por documentos falsos; alias el “cebollero”. Por razones de tiempo de este servidor y no por razones de espacio, pues aquí tenemos todo el que necesitemos, dejo para la Vista de lince 110 una explicación sobre las comillas. Volverán a aparecer estas dos fotos de este apartado. Anticipo esto para que apenas las vean no piensen que don Abel se equivocó y repitió entrada.
De recorrido por las aulas
Anticipo que este apartado no pretende hablar mal de las instituciones educativas ni desacreditarlas. Es lastimoso, y lo dije muchas veces desde la Cátedra Vista de lince de El Colombiano, y muchas veces lo he dicho en la de El Diario del Otún, ver que las instituciones educativas, que deben dar ejemplo, participan del descuido generalizado de las páginas webs. Entonces cuando yo detecto errores en ellas los rectores deben pellizcarse y mirar qué está pasando.
Si yo voy por la calle, rumbo a una conferencia y alguien me dice “Señor, si viera cómo tiene le pantalón de sucio por detrás”. Yo no voy a pensar que me está desacreditando, sino que aunque los que estén cerca se hayan dado cuenta de la alarma, me evita un oso mayor en la conferencia. Tomo un taxi y me devuelvo para la casa a cambiarme el vestido.
Hoy visité la Corporación Universitaria Remington
Veamos primero el arte del publicista en el folleto de El Colombiano. Sólo seis cosas parecen faltarle al publicista en las direcciones:

Poner dos puntos después de Sede universitaria
La palabra calle no lleva mayúscula (ver mayúsculas norma, 4.10.).
La abreviatura de número no es No., sino n.°.
Poner una coma después de la dirección.
poner parque de Berrío en vez de Parque Berrío (norma 4.10.).
Sede universitaria: calle 51 n.° 51-27, parque de Berrío
Página web
«La corporación Universitaria Rémington esta ubicada en todo el corazón del centro de la ciudad de Medellín, en el Parque Berrio en toda la estación del metro . Allí se accede a un Campus Universitario de 23 pisos que recoge un ambiente académico del centro de la Ciudad». (Página web completa)
Éste es el primer párrafo de página web:
El nombre de la Universidad debe llevar mayúscula: Corporación Universitaria Remington.
Falta la tilde de la inflexión verbal está
Eso de “en todo el corazón del centro de la ciudad” suena como a toda la mitad del medio queda mejor como está en el lema (mirar la foto del arte): La mejor ubicada en el corazón de Medellín en el parque de Berrío.
Eso de “en toda la estación del metro” sí es como para pasar agachadito: uso mucho esa estación y nunca me ha tocado clase.
Después de la palabra metro hay un punto con ganas de escaparse.
Creo que queda mejor Por allí se accede a un campus universitario… (la preposición y las minúsculas).
También paso agachadito por “el ambiente académico del parque de Berrío”.
Por último para dejarlos tranquilos, por ahora, la palabra ciudad va con minúscula (norma 4.10.),

lunes, 6 de septiembre de 2010

La columna de Angelita

Mundo moderno
Entre meros machos
El concepto de macho ha cambiado bastante. Hemos pasado de los rituales de la era Isabelina –cuando los hombres se realizaban tratamientos con agua de romero y salvia para blanquear los dientes, usaban medias veladas, tacones, pelucas, polvos faciales, rubor y lunares de mentiras– a hoy en día, época en la que convencer a mi papá de que se eche protector solar para que no se insole es una labor que requiere la paciencia, fuerza y velocidad de al menos tres de las cuatro mujeres de la familia. Y mi marido no está muy lejos.
En estos días, Jorge se estaba afeitando sin usar crema de afeitar. El proceso le dejó la cara como andén del centro e intenté echarle una cremita humectante, pero me encontré con una resistencia que habrían envidiado los franceses durante la Segunda Guerra Mundial. Me explicó que él no usa nada “de marca” (Clinique, Lancome, etc.); nada que se tenga que untar (léase, aplicar delicadamente con las yemas de los dedos); que no huela a remedio (si dice que contiene vainilla o flor de naranjo, estamos en la olla); que no haya sido comprado en droguería; ni que sea “específico”, es decir, crema para manos, champú para pelo seco, jabón de avena para pieles sensibles, etc. Su noción de la masculinidad higiénica se reduce a que agarra lo que esté ahí sin mirar mucho, se lo echa donde y como cree que es y sale a trabajar sin darles mayor importancia a los resultados.
No volví a pensar en el incidente hasta un día, a mitad de esta semana, hice un plato a base de huevos, crema de leche, queso y verduras. Todo iba bien hasta que usé la palabra “quiche”, y hasta ahí llegó. Si fuera tortilla, comería, pero los hombres –según Jorge– no comen “quiche”. Tampoco, me informó, comen yogur de sabor, pescado Light, “fruticas raras”, verduras (que Jorge llama “vegetales-vegetarianos”, que se comen crudos, a diferencia de los “vegetales-ingredientes” que se comen fritos o en salsa) ni “ensaladas armadas”. En otras palabras, los hombres pueden comer kumis, pero no yogur de fresa; trucha, pero no atún en aceite de oliva; naranja, pero no albaricoque; papas, pero no alcachofa; repollo con zanahoria y tomate, pero no ensalada thai. Al parecer, una dieta que no sea a base de carne roja, cerveza y fritos disuelve el cromosoma Y. Sobra decir que me comí el quiche solita. No sabía lo importante que era el “men” en “menú”.
Así las cosas, el hombre medio prefiere la arterioesclerosis a una ensalada mediterránea y la piquiña y el ardor que una untadita de bálsamo, y ni hablemos del Chapstick, que eso es pelea fija.
Tal vez el concepto de lo masculino sea cíclico y estemos regresando a la noción cavernícola. El caso es que ya domino la masculinidad higiénica y culinaria, estoy segura de que no tendremos problemas al respecto, sobre todo porque quiero que redecoremos la sala y le tengo puesto el ojo a un chaise lounge divino que vi el otro día…