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domingo, 8 de marzo de 2009

La columna de Angelita

Mundo moderno

Un día de aquellos…

Está lloviendo, dejé mi sombrilla, dejé las ventanas abiertas y me duelen los pies porque justamente hoy me puse las baleticas nuevas que son divinas pero son de cuero y de roticos en los dedos y se me entró toda el agua sucia y helada, que además debe venir mezclada con mugre de carros y puercadas de perro callejero, y el secador de pelo se me fundió cuando iba en la mitad entonces estuve todo el día con peinado de antes/después y, como si fuera poco, el almuerzo estaba frío y simple, pero, en cambio, poquito y caro y, y, y… estoy teniendo un día de aquellos.

Todos los hemos tenido. ¿Qué hacer para sentirse mejor? ¿Drogas, trago, libros de autoayuda…? Cada quien tiene su combo y el mío ha resultado infalible: chocolate y tragedia ajena. Me como un paquete de M&M congelados (porque así no tienen calorías, dado que las calorías son una unidad que mide el calor) y me pongo a buscar historias de gente que haya tenido un día peor que el mío. Sí, ya sé, “mal de muchos, consuelo de tontos”, pero mi consuelo tonto funciona a las mil maravillas. Es más, funciona tan bien que voy a compartir algunos casos con ustedes —pero, eso sí, cada quien con su propia dotación de M&M.

Para empezar, Reuters reportó hoy sobre un ladrón de carros australiano que se quedó atrapado dentro del carro que estaba tratando de robar. El ladrón oprimió accidentalmente el botón de seguro de emergencia del carro, que automáticamente disparó la alarma, que atrajo a la Policía. El hombre y su cómplice, escondido detrás de unos arbustos cercanos desternillado de risa, fueron capturados.

Pero si les parece que el crimen tiene su justo castigo, ¿qué hay del humor? La misma agencia reportó que a partir de esta semana, Israel cuenta con la divorciada más joven del mundo: 14 años. Al parecer, la niña y su novio empezaron a jugar una broma diciendo que se iban a “casar” en el patio del colegio. Recitaron un ritual judío delante de sus amiguitos, intercambiaron anillos y tan taan tarááán…. la broma les salió pesada. La Ley judía consideró que eso era suficiente para declararlos marido y mujer y tuvieron que solicitar un divorcio rabínico. Se imaginan llegar a la casa “mami, es que hoy en el colegio pasó algo y… necesito un abogado”.

Pero no olvidemos a Justin Hill, de Rock Island, Tennesse, que se montó en el carro para ir a trabajar, no hizo el pare saliendo de su casa y otro carro lo atropelló. El estruendo hizo que su esposa saliera corriendo a ver qué había pasado… y dejó el gas prendido. Cuando llegaron los bomberos y apagaron el incendio, llamaron a la Policía. Los agentes le dieron un comparendo a Justin y le ofrecieron un aventón al hospital para que le enyesaran el brazo. Choque, yeso, incendio y parte… es sí que es un mal día.

¿Sí ven? Mi mal día palidece en comparación. Ya no me siento tan mal pero creo que voy a ver CSI, que realmente me hace apreciar la vida.



Ángela Álvarez V.

angela_alvarez_v@yahoo.com


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