Mundo moderno
Sopa de pirámide
En tan sólo veintiocho décimas de segundo, el buscador Google encontró casi cinco millones de entradas relacionadas a la palabra pirámide. La noticia más destacada es sobre el reciente descubrimiento de una pirámide de hace 4.300 años, dedicada a la reina Seshset (madre de Teti, primer faraón de la VI dinastía del Antiguo Reino, para aquellos que están oxidados en egiptología). La tumba estaba a veinte metros de la superficie arenosa de Saqara, cerca de la capital egipcia. Pero claro, esta no es la pirámide que ha salido en los noticieros nacionales.
La otra pirámide que desenterraron fue en Colombia y en ella parece que están sepultados los secretos de un tal DMG. No entraré a discutir los detalles de la captura ni a cavilar sobre la constitucionalidad de la medida que condujo a su apresamiento, y hasta me voy a aguantar las ganas de rajar de la cola de caballo del detenido (salvo decir que tal vez hubiese logrado escapar sin ella porque así habría pasado inadvertido). Lo que sí voy a decir es que este fenómeno debería llamarse “sopa de pirámide”.
Sopa de piedra es cuento que me leía mi madre y se trata de un hombre que llega a un pueblo y pide algo de comer. Todos le dicen que no tienen nada. El hombre, avispado como todos los forasteros de todos los cuentos de hadas, dice en voz muy alta que para aliviar el hambre de la gente hará su famosa sopa de piedra. Toma una olla gigante, le echa un poco de agua y un par de piedras y las pone a cocinar ante la mirada asombrada del pueblo entero. Al rato prueba la sopa y dice que está deliciosa, pero que quedaría mejor con un poco de cebolla. Alguien el público dice tener algunas y lleva un bulto. El hombre incorpora las liláceas y dice que la sopa está aún mejor, pero que si tuviera zanahorias sería estupenda. Otro que había dicho no tener nada de repente recuerda tener unas zanahorias y las trae y así sucesivamente con apio, maíz, papas, arroz, perejil y demás ingredientes imaginables. No me les quiero tirar el final pero el caso es que la gente sí tenía comida después de todo. Pues, lo mismo parece suceder con DMG. La gente alega y alega que no tiene plata para invertir en cosas triviales como mercado, la educación de sus hijos, planes de pensión o pagar impuestos, pero viene algún avispado de cola de caballo a hacer sopa de pirámide y ahí sí todos sacan los vegetales de debajo del colchón.
Lo que esto quiere decir es que la gente sí tiene plata, lo que pasa es que no saben a qué sopa echarla. Ahí entro yo. En el espíritu de la solidaridad económica, la responsabilidad social y la construcción comunitaria de un mejor mañana, ofrezco una lista de 10 cosas que usted puede hacer con su dinero en vez de meterlo en una pirámide:
1. Hacer una colcha de retazos de billetes viejos.
2. Hacer un aporte anónimo para apoyar columnas con las palabras mundo y moderno en su encabezado.
3. Hacer origami y decorar la casa con floreros hechos con cartuchos de billetes.
4. Ofrecer un premio millonario para quien pueda nombrar todos los personajes de mi novela inédita.
5. Hacer un tapete para el baño.
6. Crear una beca para humoristas pereiranas de signo escorpión.
7. Hacer un paracaídas.
8. Poner de moda el hobby Adopta un columnista.
9. Usarlos como soporte lumbar para dormir más cómodamente.
10.Dármelo a mí.
Estas ideas no serán las más rentables, pero les garantizo que son menos amargas que la sopa de pirámide.
Ángela Álvarez V
angela_alvarez_v@yahoo.com
Sopa de pirámide
En tan sólo veintiocho décimas de segundo, el buscador Google encontró casi cinco millones de entradas relacionadas a la palabra pirámide. La noticia más destacada es sobre el reciente descubrimiento de una pirámide de hace 4.300 años, dedicada a la reina Seshset (madre de Teti, primer faraón de la VI dinastía del Antiguo Reino, para aquellos que están oxidados en egiptología). La tumba estaba a veinte metros de la superficie arenosa de Saqara, cerca de la capital egipcia. Pero claro, esta no es la pirámide que ha salido en los noticieros nacionales.
La otra pirámide que desenterraron fue en Colombia y en ella parece que están sepultados los secretos de un tal DMG. No entraré a discutir los detalles de la captura ni a cavilar sobre la constitucionalidad de la medida que condujo a su apresamiento, y hasta me voy a aguantar las ganas de rajar de la cola de caballo del detenido (salvo decir que tal vez hubiese logrado escapar sin ella porque así habría pasado inadvertido). Lo que sí voy a decir es que este fenómeno debería llamarse “sopa de pirámide”.
Sopa de piedra es cuento que me leía mi madre y se trata de un hombre que llega a un pueblo y pide algo de comer. Todos le dicen que no tienen nada. El hombre, avispado como todos los forasteros de todos los cuentos de hadas, dice en voz muy alta que para aliviar el hambre de la gente hará su famosa sopa de piedra. Toma una olla gigante, le echa un poco de agua y un par de piedras y las pone a cocinar ante la mirada asombrada del pueblo entero. Al rato prueba la sopa y dice que está deliciosa, pero que quedaría mejor con un poco de cebolla. Alguien el público dice tener algunas y lleva un bulto. El hombre incorpora las liláceas y dice que la sopa está aún mejor, pero que si tuviera zanahorias sería estupenda. Otro que había dicho no tener nada de repente recuerda tener unas zanahorias y las trae y así sucesivamente con apio, maíz, papas, arroz, perejil y demás ingredientes imaginables. No me les quiero tirar el final pero el caso es que la gente sí tenía comida después de todo. Pues, lo mismo parece suceder con DMG. La gente alega y alega que no tiene plata para invertir en cosas triviales como mercado, la educación de sus hijos, planes de pensión o pagar impuestos, pero viene algún avispado de cola de caballo a hacer sopa de pirámide y ahí sí todos sacan los vegetales de debajo del colchón.
Lo que esto quiere decir es que la gente sí tiene plata, lo que pasa es que no saben a qué sopa echarla. Ahí entro yo. En el espíritu de la solidaridad económica, la responsabilidad social y la construcción comunitaria de un mejor mañana, ofrezco una lista de 10 cosas que usted puede hacer con su dinero en vez de meterlo en una pirámide:
1. Hacer una colcha de retazos de billetes viejos.
2. Hacer un aporte anónimo para apoyar columnas con las palabras mundo y moderno en su encabezado.
3. Hacer origami y decorar la casa con floreros hechos con cartuchos de billetes.
4. Ofrecer un premio millonario para quien pueda nombrar todos los personajes de mi novela inédita.
5. Hacer un tapete para el baño.
6. Crear una beca para humoristas pereiranas de signo escorpión.
7. Hacer un paracaídas.
8. Poner de moda el hobby Adopta un columnista.
9. Usarlos como soporte lumbar para dormir más cómodamente.
10.Dármelo a mí.
Estas ideas no serán las más rentables, pero les garantizo que son menos amargas que la sopa de pirámide.
Ángela Álvarez V
angela_alvarez_v@yahoo.com
3 comentarios:
Don Abel: Por favor, infórmele a su amiga Angelita que no se dice "entradas relacionadas a las pirámides", sino "entradas relacionadas con las pirámides". Gracias.
Estimado Fuso:
Ante todo bienvenido a este blog y muchas gracias por ser uno de los que gastan su tiempo en leer estas cositas que con cariño les preparamos.
Ese regaño para Angelita, tambi{en me cae a mí, porque yo leo la columna antes de ponerla en el blog y le corrijo algunos errorcillos que vienen en ella. Bueno, éste se me pasó. Me falló la vista de lince, pero la razón te acompaña. Es "entradas relacionadas con la palabra pirámide".
En relación al post "Mundo moderno. Sopa de pirámide", se me ocurre algo en lo que alguien con dinero puede invertirlo:
http://littlepaperboatformillionaires.wordpress.com/
Se trata de un blog en el que una chica quiere vender su barco de papel, el más pequeño del mundo, hecho completamente a mano por 3 millones de dólares. No sólo eso, sino que ofrece 1 millón de dólares a la persona, compañía o institución que encuentre a un comprador. Échele un vistazo a la página, merece la pena tanto por el desparpajo de la autora como por las fotos del barquito (y también por la oferta, si alguien se anima).
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